Llegaba el pasado martes el Manchester City a Barcelona con la difícil meta de intentar batir a uno de los equipos más complicados del planeta fútbol. Tarea complicada, nada fácil, pero no imposible. Manuel Pellegrini en la previa aseguraba que no quería hablar de fracaso ante una eliminatoria en la que, evidentemente, debía disputarse el encuentro de Vuelta.
Bien. Pues ese encuentro se disputó. El FC Barcelona ganaría 1-0, gracias al gol de Rakitic, y certificaría su pase para los Cuartos de Final de la Liga de Campeones. Un partido en el que los de Luis Enrique dominaron, fueron superiores en líneas generales, e incluso pudieron golear, pero no, no lo hicieron.
El conjunto catalán no goleó porque se enfrentó a un portero On Fire, en estado de gracia, que firmó uno de los mejores partidos de su vida, en el mejor escenario, en el mejor torneo posible, con millones de espectadores mirando hacia el foco del Camp Nou de la ciudad condal.
Sin duda alguna, con permiso de Leo Messi y sus caños, Joe Hart fue de lo más destacado del encuentro con un partido memorable, rotundamente espectacular, salvando a los suyos de una goleada mayúscula ante uno de los mejores tridentes ofensivos del mundo. El portero inglés fue determinante, pese a la derrota, pese a la eliminación.
Un guardameta el inglés que nunca ha acabado de recibir el apoyo mediático de los medios de comunicación en Inglaterra, que incluso Pellegrini dejó en el banquillo durante un tiempo la pasada temporada en favor de Pantilimon. Un portero que incluso ha creado debates en la portería de los Three Lions, mereciendo o no, según la opinión popular siempre sabia, estar entre los convocados.
Incluso en la actualidad, a la espera de la próxima lista de Roy Hodgson, se da por segura su convocatoria con Inglaterra, pero no su titularidad, ya que otro portero inglés, como es Fraser Forster (Southampton) está firmando una gran campaña y muchos piden su titularidad por delante de Joe Hart. Sin embargo, ahí estuvo el portero del Manchester City, cuando más miradas tenía sobre su figura, cuando la presión de la máxima competición continental apretaba, y lo más imponente, cuando delante suya iba a estar el mejor jugador del mundo, Leo Messi.
Partido rotundo, de excelente en su boletín de notas. Corto 1-0 para los catalanes, pero debido a una actuación que será recordada en la ciudad de Oasis, pese a la eliminación, pese al fracaso europeo (uno más) del Manchester City. Un portero que necesitaba un encuentro así para bajar el volumen de las voces críticas omnipresentes que siempre están ahí para aportar esa opinión que a pocos importa, pero de eso trata la libertad de expresión.
Frente a él, delanteros de la talla mundial de Leo Messi, Luis Suárez o Neymar, jugadores de primerísimo nivel que buscaron, como siempre, el gol, pero se encontraron ante un muro llamado Joe Hart que evitó gran parte (exceptuando el gol de Rakitic) del peligro que llegaba al área. Messi acabó felicitando personalmente, con un abrazo tras el pitido final, al portero inglés por su gran actuación, en un gesto deportivo de los que recrean ovaciones en los más prestigiosos de los teatros.
Nueva eliminación continental para un Manchester City que sigue inviertiendo (esta temporada menos, por restricciones del Fair Play financiero), que se ha gastado más de 300 millones de libras desde el año 2011, pero que en su alineación más utilizada esta temporada mantiene hasta 7/8 jugadores de aquel año, entre ellos Hart.
En mitad del debate por quién merece la titularidad con Inglaterra, parece, este fantástico encuentro de Joe Hart le hará ganar puntos frente al seleccionador inglés, quien muy posiblemente seguirá contando con el portero del Manchester City para las próximas citas internacionales. Sin duda, junto a Messi, el gran protagonista del partido en el Camp Nou.