Noche para recordar la que se vivió ayer en el Santiago Bernabéu. Y no porque el equipo que dirige Carlo Ancelotti sentenciara al Cornellá con cinco goles en Copa del Rey. Lo que más se celebró ayer desde las gradas blancas, fue el regreso de Jesé que, 258 días después de su lesión, volvió a sentirse futbolista. Ocho largos meses de recuperación y entre algodones, que han llenado de hambre y de motivación al jugador canario.
Corría el minuto 55 cuando se vio a Jesé calentar desde la banda. Salió al campo un minuto después para sustituir a Sami Khedira. Fue entonces, cuando el jugador blanco volvía a pisar el césped de su estadio como un futbolista más. Se oyó una sonora ovación dirigida al canario. Aplausos que recompensó Jesé minutos después, cuando en el 77, tras una jugada individual de Isco, el balón cayó sobre sus pies. Batió al portero del Cornellá con un tiro cruzado que acabó traspasando la red.
Nunca un quinto gol había causado tanto júbilo entre los aficionados blancos. Sus compañeros de equipo se abrazaron a Jesé, y éste corrió hasta el banquillo para celebrarlo con los médicos que le han tratado durante este largo periodo. Esta era la mejor recompensa para el jugador canario, que volvió a su estadio por la puerta grande. Cuidado, porque Jesé está de vuelta.