La temporada 2016 echó el cierre en Japón con la disputa de la Emperor’s Cup. Un año que nos deja a un gran triunfador, el descenso de un histórico a JLeague2 y el regreso a la élite de otro club que ha pagado durante dos temporadas una gestión pésima.
Las últimas semanas del año que se acabó han encumbrado a un club que, hasta entonces, estaba haciendo una temporada simplemente buena. Sin embargo, el sprint final de Kashima Antlers ha transformado por completo su año. Campeón de liga en un playoff que para el curso 2017 ha sido eliminado. Clasificación para la AFC Champions League. Finalista en el Mundial de Clubes y, como traca final, campeón de la Copa del Emperador. Un doblete en Japón que encumbra a un novel Masatada Ishii que aumenta su prestigio en suelo nipón.
A la Champions 2017 acompañaran a Kashima Urawa Reds Diamonds, Kawasaki Frontale y Gamba Osaka. Urawa es el eterno aspirante a todo que, una vez más, falló en el momento clave. Esta temporada se hizo con la Levain Cup. La antigua Nabisco Cup y que en el fondo es la Copa de la Liga en Japón. Pero la sequía para uno de los clubes con más peso en Japón ya duraba desde la Champions del 2007. Kawasaki y Gamba, tercero y cuarto en el global, volverán a la máxima competición continental de clubes en el año que ahora comienza.
En la zona media y sin protagonismo han quedado clubes como Sanfrecce Hiroshima. El club morado se hizo con tres ligas en los últimos cinco años, Kashiwa Reysol, Yokohama F Marinos o FC Tokyo tampoco han sido protagonistas. Un FC Tokyo que no termina de encontrar su lugar entre los grandes en la competición nipona.
En el descenso se vivió el drama de un histórico. Un club que ha estado siempre en primera y que llegó a ganar la liga en 2010. El club por el que pasó Arsène Wenger allá por 1995 se va a JLeague2. Nagoya Grampus desciende junto a Avispa Fukuoka y Shonan Bellmare. Ni siquiera recuperar para la causa a mitad de temporada a un mito como Tulio Tanaka sirvió para que el club de Nagoya salvara la categoría. Un solo punto le faltó pues es la diferencia de goles con Albirex Niigata lo que le condena al descenso.
Y si Nagoya Grampus es la cruz. Hokkaido Consadole Sapporo, Shimizu S-Pulse y Cerezo Osaka son la cara. Sapporo dominó de principio a fin. Shimizu asciende gracias a una segunda vuelta casi inmaculada. Cerezo Osaka, tras dos años, recupera su sitio en la élite. Una gestión dantesca en 2014 le llevó a un descenso del que le ha costado recuperarse más de lo debido para un club de la entidad de Cerezo.
El 2016 ya es historia. Cerró sus puertas y abrieron ya las del nuevo curso. Atrás queda un año que quedará en la memoria colectiva de los aficionados de Kashima Antlers. El año en el que un club de la costa oriental nipona con 70 años de historia tuvo contra las cuerdas al Real Madrid de Cristiano Ronaldo.