Siguen las dudas en cuanto a la renovación de Francisco Alarcón “Isco” con el Real Madrid. Resulta extraño pensar que un jugador que gusta en todos los estamentos del club no vaya a renovar. En la directiva lo tienen claro: joven y con calidad, con recorrido en el club y en la selección española. Gran parte de la afición ama la forma de jugar de un futbolista que cayó de pie en el Santiago Bernabéu. Sus compañeros saben de lo importante que es un tipo con último pase, juego entre líneas y desborde en los últimos metros. Y por último Zidane, que, aunque no lo demuestre con minutos, siempre ha asegurado sentir admiración por un jugador en el que, en muchos movimientos, se ve reflejado.
Pero, ¿qué le falta a Isco para renovar? Le falta lo que todo futbolista necesita para disfrutar: jugar. No tiene sentido que un jugador que sería titular en cualquier equipo del mundo (incluido el FC Barcelona) sea de la plantilla el segundo que menos minutos disputa en Champions. O que en 25 jornadas de Liga solo haya sido titular en 12. Y que no me digan que en el Madrid es muy difícil ganarse el puesto porque están los mejores, porque Isco, además de ser unos de los mejores, se ha ganado el puesto muchas veces. Y lo peor de todo esto es que, en su cuarta temporada en el Madrid, su rendimiento pocas veces se ha visto recompensado en forma de minutos. Incluso en el aspecto defensivo, el más criticado, ha mejorado convirtiéndose en uno de los jugadores que más balones roba por partido.
Isco celebra un gol contra el Granada | Gonzalo Arroyo Moreno/Getty Images
“Estoy muy feliz aquí, pero mi prioridad es tener minutos”, fueron sus palabras cuando le preguntaron por la renovación. Palabras con todo el sentido y respeto. Si usted ama su trabajo pero en su empresa no le dejan trabajar, se buscaría las castañas en otra. Por eso, si Isco no juega, tiene que irse. Un futbolista así no puede pasarse los partidos en el banquillo. Isco tiene que jugar siempre. Porque entiende el fútbol como pocos. Tiene aptitudes distintas a las de cualquier otro. Mima el balón, levanta al aficionado de la butaca y se sacrifica si el equipo lo necesita. Se nota que disfruta cada minuto que está en un terreno de juego. Porque solo tiene 24 años, y es el futuro de la Selección española junto a Koke, Thiago y compañía. Es un valor seguro que no se debe desaprovechar.
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A final de temporada sabremos cuales son los planes de Isco. Zinedine Zidane será el único responsable de que el malagueño renueve o no. Sin duda, si esto sigue igual, el Madrid y seguramente La Liga puede ir despidiéndose de uno de los futbolistas españoles con más talento que se recuerda. Nos tiraremos de los pelos viendo como despliega su magia en campos de la Premier League o la Serie A. Pero por lo menos jugará, que es lo que Isco y cualquiera necesita, y nosotros, aunque sea de lejos, podremos verlo y disfrutarlo.