En España hay una buena formación dentro del fútbol femenino. Esto
lo tenemos muy cerca y lo podemos saborear cada fin de semana con todas las
chicas españolas que hay en la Liga Iberdrola y repartidas por el mundo. Prueba
de ello, y a pesar de no haberlo ganado todo, está Irene Paredes, la futbolista
que milita en el París Saint Germain y que la semana pasada se reivindicó
entrando en el Mejor Once del Mundo.
Normalmente siempre nos fijamos en un delantero, al final es el
jugador que más marca (suele hacerlo, salvo casos extraños). Pero hay más vida
después del punta. Hay más vida después de la cantidad de tantos que se puedan
meter en un partido.
Lo encontramos también en un medio, en un defensa o en la misma
portería. En definitiva, hay mundo más allá de la zona atacante de un equipo.
Irene Paredes es un ejemplo de, como ya dijimos la semana pasada, constancia y
trabajo, y además es defensa central, lo tiene todo para diferenciarse del
resto.
Por hacer un poco de bagaje en su vida futbolística, y no tan
futbolística, esta guipuzcoana de 26 años comenzó por enrolarse al judo desde
muy pequeña. Como quería seguir con el deporte, sus padres decidieron apuntarle
a atletismo. Esto lo compaginó incluso cuando en la temporada 2003/04 incursó
en su primer equipo de fútbol, el Ilintxa (local de Legazpia). Después pasó al
CD Zarautz (2007/08), conjunto de Segunda División. Solo una temporada le bastó
en este club para que la Real Sociedad se fijase y apostase por ella. En ese
momento Irene tuvo que decidir entre correr en una pista o hacerlo en un campo
de fútbol. No eligió mal. Tres años en el conjunto Txuri Urdin hicieron de
Paredes una jugadora más completa.
En 2011 recaló en el eterno rival de la Real Sociedad, el Athletic
Club. Ahí pasó cinco años donde fue titular. De hecho, la última temporada en
Bilbao fue tan gratificante como lo que vendría después: consiguió la Liga
2015/16. Como recompensa a su buen juego, la defensa central obtuvo la llamada
de la selección absoluta (anteriormente había participado en algunas ocasiones
con la sub’19). A día de hoy, Irene Paredes es incuestionable para Jorge Vilda.
Ahora bien, si la elección de dejar el atletismo fue vital en su vida, lo fue
más cuando tuvo que decidir dejar su casa por viajar a París, donde la esperaba
el PSG. Un gran salto de calidad para engrandecer su trayectoria profesional, donde
Vero Boquete fue muy importante para su adaptación.
A día de hoy, Irene Paredes tiene el respeto de todo el fútbol
mundial y se ha hecho un hueco en el once parisino. Seriedad, disciplina y
carácter es lo que representan a esta futbolista que aún le queda mucho camino
por recorrer. Por el momento, ya es historia con España al entrar en el Once
Mundial. Irene no lo habrá ganado todo con sus respectivos equipos, pero lo que
si ha ganado es de ser una de las mejores del mundo y hacer lo que le apasiona
cada día con una profesionalidad y una calidad inmensurables.
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