Ver al Everton tercero en la clasificación choca. No quiero decir que los de Liverpool sean un club pequeño –todo lo contrario- de hecho por historia deberían luchar por la Champions cada temporada. Pero quien viera al equipo el año pasado -aunque fuera tan solo media hora- no podría imaginarse que esta plantilla, que tan solo tiene tres retoques, actualmente presione, marque e incluso defienda bien. El técnico, obviamente, influye. Pero hay un factor clave. Su nombre es Idrissa Gana Gueye.
El senegalés, que descendió con el AstonVilla la temporada pasada, costó 7 millones de libras, un precio irrisorio viendo como está de inflado el mercado en Inglaterra. A finales de 2015 nadie conocía a N’GoloKante pero seis meses después todos describíamos –con un punto de chulería- sus cualidades con seguridad. Tras el curso del francés y el de su ex equipo, compararlo con Gueye es un ejercicio de fe. Con el condicionante, encima, de que los villanos tuvieron una de las peores puntuaciones de la historia de la competición. Pero el fútbol es caprichoso.
Gana -como le gusta que le llamen- completó más pases y robó –tan solo- quince balones menos que el actual mediocentro del Chelsea. Ambos recorrieron de media los mismos kilómetros. Los números son parecidos. Excepto en su precio. Nadie duda del galo, que es un excelente fichaje, pero Gueye ha transformado a los de GoodisonPark. En una plantilla en la que aparecen nombres de alto nivel como Lukaku, Mirallas, Deulofeu o Williams el africano es el eje alrededor del cual el conjunto se mueve.
Los toffees están en Champions aunque, por el número de encuentros disputados, es una mera anécdota. Los rivales han sido, excepto el Tottenham, escuadras que pelearán por no descender. Pero ahora hay hambre y eso se nota. Los defensas están concentrados y arriba las oportunidades se están aprovechando. En medio, donde la mayoría del juego se desarrolla, el Everton tiene un chico que cuenta por tres que, encima, está acompañado por el inteligentísimo Gareth Barry. Los periódicos ya hablan de Europa pero no hay que lanzar las campanas al vuelo. Además, Gueye tendrá que ir en enero a la copa de África. Y su presencia, es capital.