Con 127 años de historia a sus espaldas, nadie duda a estas alturas de que el Hamburger SV es un Club con solera en el panorama futbolístico internacional. Y esa tradición se refleja en algunos símbolos que son fácilmente reconocibles por parte de casi cualquier aficionado, entre otras cosas porque los mismos no han cambiado desde la fundación del equipo tal y como lo conocemos en la actualidad, allá por el 2 de junio de 1919.
Uno de esos elementos son las medias del equipo, azules con el borde superior a cuadros blancos y negros. En unos tiempos en los que los clubes se pliegan a los designios de las marcas deportivas y sus, no pocas veces, extravagantes diseños, el HSV ha mantenido inalterados sus tradicionales “calcetines” de juego. Lo que algunos pueden interpretar como una prenda alejada de las modas futboleras de hoy en día, la mayoría ve en ella un toque retro que evoca un pasado lejano con casi un siglo de historia.
Pero si hay un signo que simboliza como ningún otro al HSV, y por extensión diríamos que también a Hamburgo, ese es seguramente su famoso logo, más conocido como Die Raute, o lo que es lo mismo, “el rombo”. En él, al igual que en las medias, volvemos a encontrar el azul, el blanco y el negro, los colores oficiales del Hamburger SV (el blanco de la camiseta y el rojo del pantalón hacen referencia a la ciudad-estado de Hamburgo, cuyo emblema en color blanco se inserta sobre un fondo rojo).
¿Pero cómo surgió el emblema del HSV? Antes de nada, hemos de decir que no existe una referencia escrita que aclare de una manera precisa tal cuestión, por lo que se hace necesario indagar en la información oral recabada años más tarde y que nos lleva, como no podía ser de otra manera, a la tradición marinera de una gran ciudad portuaria como Hamburgo. Sorprende decir esto cuando, a simple vista, se trata de un signo extraordinariamente sencillo, de marcadas formas geométricas y que en nada se parece al clásico escudo de un equipo de fútbol.
Tal y cómo decíamos más arriba, el actual Hamburger SV fue fundado a mediados de 1919 a partir de la fusión de tres clubes: el SC Germania (fundado en 1887), el Hamburger FC (creado en 1888 y que en 1914 pasó a denominarse Hamburger SV 1888) y el FC Falke 1906. Y cuando los dirigentes de la nueva entidad resultante hubieron de ponerse de acuerdo a la hora de buscar un emblema para el mismo, resulta evidente que la idea era aunar en el mismo algunos elementos que tuviesen en común los tres clubes fusionados.
Veamos. El SC Germania usaba como colores distintivos el negro y el azul; por su parte, los del Hamburger SC eran el azul y blanco, mientras que el FC Falke vestía de negro y blanco. Por lo tanto, estaba claro que el nuevo logo debía llevar los colores azul, blanco y negro. Sin embargo, quedaba por resolver otra cuestión no menos importante: ¿qué forma iba a tener dicho escudo? Y es aquí donde entramos en el terreno de las hipótesis. Vamos allá…
La elección de un rombo parece bastante claro que se relaciona con uno de los símbolos más característicos usados por la marina mercante de Hamburgo. El puerto de la ciudad, fundado sobre el río Elba en 1189 y conocido como “la puerta al mundo de Alemania”, es el más grande del país y uno de los mayores del mundo. La historia de esta urbe comercial y marinera está tan estrechamente ligada a su puerto que, como no podía ser menos, este aspecto debía estar presente de alguna forma en el escudo del nuevo equipo de fútbol de la ciudad.
Si seguimos profundizando en esta línea de investigación, no sería aventurado afirmar que el logo del HSV se inspira concretamente en una bandera denominada “Blauer Peter”, de color blanco y con el borde exterior en tono azulado, la cual era izada por los barcos del puerto de Hamburgo cuando estos estaban listos para zarpar, a fin de que tanto los pasajeros como los marineros subieran a bordo. Es fácil pensar, por tanto, que este signo era de sobras conocido por todos los habitantes de la ciudad hanseática.
En cuanto al autor del mismo, durante varias décadas pareció estar claro que Otto Sommer, quien en 1919 tenía apenas 14 años y jugaba al fútbol en las categorías inferiores del HSV, fue su creador. Años más tarde, Sommer se convertiría incluso en un profesional del diseño gráfico. Sin embargo, en 1996 se encontró casualmente una publicación del año 1956 con noticias sobre el equipo y un pequeño texto que parecía atribuir la paternidad intelectual del logo a un tal Henry Lütjens. Sea como fuere, ambos se llevaron el secreto del “rombo” a la tumba.
Finalmente, y a modo de epílogo, hemos de decir que, sea este o no su origen, lo cierto es que el escudo del HSV es el único que se ha mantenido inalterado con el paso del tiempo entre los equipos de fútbol alemanes. Solamente el tono del azul o el ancho de los rombos de la parte central del famoso logo han sufrido ligeras modificaciones, y si acaso también, se le ha dado un toque de modernidad en las proporciones rectangulares, pero poco más. En esencia, el diseño sigue siendo el original: sencillo pero a la vez genial.
Y es que la tradición no solo surge con el paso del tiempo, sino también a raíz de la conservación de aquellos símbolos que permiten identificarla. En este sentido, pocos pueden presumir de unos símbolos tan añejos como el Hamburger SV.