Hernanes y los brotes verdes en el Inter

Enrique JULIÁN GÓMEZ – Dos victorias consecutivas. El Inter no conseguía enlazar dos partidos ganados, que de paso son también sus dos primeros triunfos en el año 2014, desde inicios del mes de noviembre. Entonces, cumplida la jornada 12 de campeonato, el Inter solo había perdido un partido, goleado ante la Roma, y las primeras gestiones de Mazzarri podían considerarse, si no un absoluto éxito, sí un inicio prometedor.

Bueno, desde entonces y hasta hace un par de semanas, esto es tres meses, el equipo neroazzurro solo había conseguido una victoria, justo antes de Navidad en el derby contra el Milan. Los problemas del equipo, bastante evidentes: Los errores defensivos, puntuales pero graves, que costaban goles; un mediocampo incapaz de generar fútbol a una velocidad decente, pecando siempre de excesiva lentitud; y una delantera en la que solo Palacio -y en 2014 ni siquiera él- respondía ante la falta de un 'nueve' de garantías.

Tras el estrambótico mes de enero, el mercado invernal del Inter se cerró principalmente con la retención de Fredy Guarín y la contratación del enormemente talentoso pero también desesperantemente irregular, Anderson Hernanes, que tampoco venía de sus mejores meses en la Lazio. Aunque de momento no se puede negar un cierto éxito, ya que los dos primeros partidos del brasileño como titular han coincidido con las dos últimas victorias del Inter.

Una victoria por la mínima de córner contra el cada vez más dubitativo Sassuolo y un convincente asalto al Franchi para vencer a la Fiorentina es el balance de las dos últimas semanas. Con Hernanes aportando la pausa, la técnica y el criterio para mover el balón desde un volante y Guarín la garra, el carácter y el dinamismo, a veces excesivo, en el otro lado, Mazzarri ha encontrado un cierto equilibrio que le permite generar peligro y cubrir las carencias de Kuzmanovic en el centro. Y en defensa, la reaparición de Walter Samuel, perro viejo, como central ha fortalecido la zaga, ejerciendo como goleador ante el Sassuolo y como muro inexpugnable en Florencia. En ataque, Palacio recuperó su olfato e incluso apareció Mauro Icardi, en sus mejores minutos de la temporada -sus primeros en 2014, todavía no ha sido titular- para dar la victoria ante la Fiorentina.

De todas maneras, conociendo el habitual talante esquizofrénico y autodestructivo del Inter no se pueden lanzar las campanas al vuelo tras dos victorias consecutivas. En contextos especiales además, ya que el Sassuolo es uno de los equipos más frágiles de Italia, pese a Berardi, mientras la Fiorentina se presentaba con numerosas bajas, una defensa de circunstancias y un ataque formado por Ilicic y Joaquín, un mediapunta y un extremo. Lo que sí supone es una base más o menos clara para resetear y marcar un nuevo punto de partida para consolidar la idea y estilo Mazzarri, todavía con mimbres muy poco fiables. Y Hernanes deberá ser la piedra angular si esta idea quiere tener éxito. 

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