Goles son amores y datos mata relato. El técnico riojano, tras llegar al cargo por la puerta de atrás, se ha ganado a pulso la continuidad al frente del combinado nacional.
Dicen que cuando algo va bien es mejor no tocarlo. Así ha actuado la RFEF con Luis de la Fuente; no sólo le garantiza ser el seleccionador en el próximo Mundial, también le ha renovado hasta 2028. El técnico de Haro (La Rioja) asumió la dirección técnica de la selección en una situación complicada, sobre todo desde el prisma extradeportivo. Siendo más o menos discutido, en la pasada Eurocopa consiguió lo que pocas personas esperaban. Llevó a España a su cuarto campeonato continental. Encontró la fórmula perfecta para hacer funcionar a un equipo repleto de talento, joven y experimentado, que completó el torneo ganando todos los partidos, algo jamás visto.
Después de toda una vida en la federación, pasando por las categorías inferiores, logrando incluso la plata en Tokio, alcanzó el famoso ‘prime’ en la absoluta. Desde su llegada al escalón más alto del fútbol de selecciones, De la Fuente ha ganado una Nations League y una Euro, poca cosa. Desde el puro pragmatismo, el cambio no entraba en la cabeza de nadie, aunque sí que es cierto que la renovación ha pillado por sorpresa a más de uno. Lo que queda claro es que, pase lo que pase en la próxima cita mundialista, el seleccionador no variará, por lo menos contrato en mano.
Futbolísticamente, Luis de la Fuente no es el inventor de nada. Dicho esto, a veces lo más sencillo es lo más difícil. Cierto, con Lamine Yamal y Nico Williams la vida es mejor. Nadie niega que cuenta con una generación prodigiosa de jugadores, en la que se incluye Rodrigo Hernández como Balón de Oro. Pero, hay que saberlos utilizar. Otro aspecto que ha demostrado dominar a la perfección es la gestión de vestuario, potenciando figuras más veteranas como Carvajal, Morata o Laporte junto a joyas como Pedri o el propio Lamine. Además, ha rescatado a jugadores para la causa como Cucurella o Fabián. Un cóctel que, por ahora, ha resultado sabroso y más que resolutivo.
Sin querer ser el centro mediático, alejado de la presión de las redes, ha caído bien y ha pasado de ser el calvo simpático a ‘Luis de la cuarta’, ganándose el respeto y generando ilusión en la afición. Ha demostrado que sus intereses van de la mano de los de la federación, que la selección ofrezca el mejor rendimiento posible; no, no vamos a entrar en otros asuntos que es mejor no recordar. En cualquier caso, la confianza está más que justificada. La tranquilidad es algo que cuesta encontrar hoy en día, la renovación invita a pensar en ella.
