Rafael Nadal ha decidido poner fin a su temporada 2016. El objetivo prioritario es primero descansar y después empezar a preparar la temporada 2017. Esta decisión de parar implica que Rafa no estará la semana que viene en Basilea ni la siguiente en París en el último Masters 1000 del año. Por último se perdería (de haberse clasificado) las Finales ATP.
El anuncio llega una semana después de que su tío y entrenador Toni Nadal dijera en la Cadena SER que firmaba que su sobrino pare y no juegue lo que resta de temporada. La decisión es ante todo sensata. El propio Nadal ha reconocido que llegó muy justo de fuerzas a los JJOO para intentar ganar una medalla para España (campeón olímpico en dobles junto a Marc López).
La recuperación acelerada no ha evitado que el balear sienta dolor en cada torneo jugado lo cual le ha obligado finalmente a tomar la decisión de parar lo que queda de año. Se perderá al menos dos torneos: el ATP 500 de Basilea y el último Masters 1000 del año en París.
Parar para volver más fuerte. Sacrificar el final de temporada 2016 para volver mejor en 2017. El objetivo: recuperarse y volver más fuerte en 2017. Parar para volver mejor. Y dosificar. Porque este pasado mes de junio, Nadal cumplió los 30.
La decisión de tomarse un descanso viene un día después de que se inaugurara la Academia de Tenis de Nadal en Mallorca. Quizás la mayor alegría que se ha llevado el balear esta temporada (más allá de títulos). Inauguración que contó con la impagable presencia de Roger Federer. 31 Grand Slams juntos para inaugurar la academia Rafael Nadal. Mejor imposible. A ambos los veremos de vuelta en 2017.