No sólo el motor de su bólido echó hoy humo cuando iba en primer lugar, el británico Lewis Hamilton se mostró también muy enfadado tras la avería que le privó de una victoria casi segura en el Gran Premio de Fórmula 1 de Malasia.
«Alguien no quiere que gane este año, pero no me voy a rendir«, dijo el tricampeón mundial tras sufrir un nuevo problema con su propulsor. «Voy a seguir presionando«.
El piloto de Mercedes insinuó teorías de la conspiración después de que su motor se rompiera a apenas 15 vueltas para el final cuando se dirigía cómodamente a su triunfo número 50 en la Fórmula 1, lo que además le habría devuelto el liderato en el actual campeonato.
La avería supuso, por el contrario, que Hamilton tuviera que abandonar, lo que conlleva que el británico afrontará las últimas cinco pruebas de la temporada con 23 puntos de desventaja respecto al líder, el alemán Nico Rosberg.
«No, no, noooo«, gritó desesperado por radio cuando su bólido se incendió.
«Simplemente no puedo creer que este motor se haya parado«, añadió ya en el boxes. «Mi pregunta es a Mercedes. Hemos hecho numerosos motores para pilotos, pero los míos son los únicos que fallan este año. Alguien tiene que darme algunas respuestas porque esto no es aceptable«, se quejó.
Frustrante resultado para Lewis, hoy en Malasia | Getty
«Mercedes-Benz ha fabricado 43 motores, y siempre me pasa sólo a mí«, agregó el británico. «Voy a tratar de recomponerme para la próxima carrera. Quedan varios Grandes Premios decisivos, pero este era uno de ellos«, advirtió.
Hamilton, que ha sufrido varios problemas mecánicos durante la temporada, no escondió su frustración y enojo con el equipo tras una carrera en la que los Red Bull de Daniel Ricciardo y Max Verstappen ocuparon las dos primeras plazas, por delante de Rosberg.
El director de Mercedes, Paddy Lowe, intentó rebajar la tensión de su piloto.
«Ninguna avería está planeada. Trabajamos lo más duro posible para mejorar la fiabilidad. Tenemos ocho unidades de potencia de Mercedes sobre el terreno y no hay ningún patrón por el cual debería fallar en el coche de Lewis«, se defendió.
También el ex piloto Niki Lauda, que preside el consejo de vigilancia del equipo automovilístico alemán, trató de calmar a su volante estrella.
«No hemos hecho nada contra él. Tenemos a gente trabajando para él y estamos orgullosos de él. Estas cosas pasan«, señaló. «Lo voy a llevar mañana a Japón (para el próximo Gran Premio) en mi avión. Espero poder animarlo. El campeonato se acaba cuando se acaba la última carrera. Veintitrés puntos son muchos, pero nunca se sabe«, añadió.
(DPA)
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