Parece que llevar unas vacaciones tan agitadas no le ha sentado nada mal a Lewis Hamilton, que ha retomado el mundial de Fórmula 1 tan en forma como lo dejó, y ha vuelto a aumentar su ventaja en el mundial merced a una fantástica victoria en Spa, la segunda de su vida en el mítico trazado belga. Lewis lideró de principio a fin la prueba, apenas cediendo el liderato durante una vuelta a Vettel durante las paradas. Una salida buena, controlando a Sergio Pérez en Les Combes, fue suficiente para asegurarse que Rosberg, atrapado tras varios coches, no pudiese alcanzarle. Además Hamilton ha sumado aquí su sexta pole position consecutiva, a solo dos del record de Senna, y con 27 puntos al frente del campeonato parece casi imposible que Nico Rosberg vaya a ser capaz de discutirle el tricampeonato.
Por detrás el gran héroe del día fue Romain Grosjean. El francés fue cuarto en parrilla, pero aquejado de una penalización perdió cinco posiciones. Sin embargo en la carrera consiguió recuperar todo el terreno e incluso acechar a Sebastian Vettel, que aspiraba al podio con una estrategia suicida que por una vuelta no dio sus frutos. El neumático trasero derecho del Ferrari reventó, dejando el 21 el número de carreras consecutivas en las que Vettel ha puntuado, y aupando a Grosjean al podio casi dos años después del último. Y todo en la carrera con más afluencia de público francés del campeonato. Por detrás también destacaron Kvyat y Sergio Pérez, cuarto y quinto, reivindicando ambos su posición en sus respectivos equipos, y aprovechando los problemas mecánicos de sus compañeros, Nico Hulkenberg y Daniel Ricciardo.
Quizá la jugada más cómica de la carrera nos la ofreció el equipo Williams, al montar tres ruedas blandas y una media en el coche de Valtteri Bottas, un error que le costó una penalización al piloto finés y por lo tanto la caída hasta la novena posición. También sigue en un momento aciago Pastor Maldonado, que volvió a sufrir una avería en su Lotus mientras rodaba por delante de Grosjean. Tal vez hoy el podio hubiese podido ser del venezolano sin ese contratiempo. Una carrera plagada de averías de la que se aprovechó Marcus Ericsson, consiguiendo meter al Sauber en la última posición que otorga derecho a puntos.
En cuanto a los españoles las sensaciones fueron agridulces. McLaren-Honda sufrió tanto como se esperaba, o quizá incluso un poquito menos. Los cambios de motor realizados en ambos coches, y que les hicieron acumular 105 posiciones de sanción en total, les permitirán llegar al 100% de rendimiento a carreras más idóneas para el monoplaza inglés, como serán Singapur o Suzuka. Por momentos estuvieron cerca de los Sauber, especialmente un Fernando Alonso que rodó particularmente rápido durante toda la carrera, y que acabó con 44 segundos de ventaja sobre su compañero Jenson Button. Por su parte Carlos Sainz volvió a ser la cara amarga, ya que tras una excelente clasificación en la que se colocó décimo tuvo que abandonar a consecuencia de problemas en su motor. Por cuarta carrera consecutiva el Toro Rosso del español no puede cruzar la meta, lo que merma mucho su puntuación respecto a Max Verstappen, que hoy fue octavo. Por último Roberto Merhi fue decimoquinto, delante de su compañero Stevens, aunque su Manor sigue siendo el coche con menor rendimiento de la parrilla.
La próxima cita será dentro de quince días en Italia, en el templo de la velocidad de Monza, donde Ferrari correrá en casa e intentará poner contra las cuerdas al imperio Mercedes que, a día de hoy, parece insuperable.
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