La primera ministra británica, Theresa May, calificó de «totalmente indignante» la decisión de la FIFA de no permitir a los jugadores de Inglaterra y Escocia llevar brazaletes con amapolas como símbolo de recuerdo a los caídos en combate. May explicó en el Parlamento que las asociaciones de fútbol escocesa e inglesa son las que deben decidir si llevar el símbolo cuando jueguen el 11 de noviembre, el Remembrance Day, cuando Reino Unido conmemora a los caídos en guerra.
«Nuestros jugadores de fútbol quieren reconocer y respetar a aquellos que dieron sus vidas por nuestra seguridad», dijo May. «Creo que es absolutamente correcto permitirles hacerlo». Más de 230.000 personas firmaron una petición de retirar la prohibición a tiempo para que los jugadores puedan llevar la amapola roja.
La FIFA impone una total prohibición de los símbolos políticos, religiosos o comerciales en la vestimenta de los jugadores. Sin embargo, el expiloto de la Real Fuerza Aérea Británica y prisionero de guerra John Nichol, que inició la petición, cree que la amapola «no podría estar más lejos de ser un símbolo político». «Es una vergüenza para la FIFA que siga propagando el desentendimiento de nuestro patrimonio», añadió.
May también se refirió a la serie de acusaciones de corrupción que rodean al ente rector del fútbol. «Antes de empezar a decirnos lo que hacer, deberían poner orden en su propia casa», declaró. Las federaciones de fútbol escocesa e inglesa han estado negociando con la FIFA durante semanas para repetir un acuerdo alcanzado en 2011, cuando Inglaterra, Escocia y Gales jugaron con unos brazaletes especiales.