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Fútbol sudamericano

Glorioso fútbol argentino

Adriano Savalli | Una más, y van… En éstos días, el fútbol mundial presenció el regreso a la cima de uno de los equipos más grandes de la Argentina, River Plate, que consiguió su tercera Copa Libertadores y logró convertirse en el primer equipo en la historia del fútbol sudamericano en conseguir la Triple Corona (Libertadores, Sudamericana, Recopa) en una temporada. Nada es coincidencia: el fútbol albiceleste vive un momento único en su historia, protagonizando absolutamente todos los ámbitos del fútbol. San Lorenzo se coronó la edición pasada, sin mencionar que Argentina ha sido subcampeón en el Mundial y en la Copa América.

Rojo y blanco por todos lados. Luces que se prendían y apagaban. Gritos de locura, esperanza y mucha confianza. Más de 62.000 hinchas hicieron retumbar la tierra aclamando por el Millonario, que veía la posibilidad de consagrarse tras 19 años. El primer tiempo no daba la impresión de que la final tendría un resultado abultado. River presionó bien arriba con Cavenaghi-Alario y Ponzio, que llegaba desde atrás como Box-To-Box. El pressing se notó en toda la cancha. Cerca de los diez minutos, el joven delantero de River Plate cometió una dura falta con la que vio la amarilla y perfectamente podría haber sido expulsado.

Se complicó mucho por el centro y trataron de atacar por banda. Vangioni se proyectó y dejó a Mayada más atrás en línea de 3 con Maidana y Funes Mori. Sin embargo, tampoco parecía ser fructífero; Bertolo jugo muy pocos partidos con el carrilero izquierdo, motivo por el cuál se vio una notable falta de entendimiento y, por lo tanto, poca posibilidad de asociación. Pero en una jugada individual muy interesante, Vangioni mandó un gran centro al área que fue cabeceado por Lucas Alario, abriendo el marcador y yendo al descanso con un resultado a favor.

En el segundo tiempo, Tigres vio en Jurgen Damm su única posibilidad concreta de desnivelar. A su vez, un limitado Arévalo Ríos no encontró nunca la forma de ser protagonista. Sin embargo, el equipo mexicano mostró, hasta donde pudo, actitud para llevar el partido adelante. Guido Pizarro metió varios pases profundos que hicieron vacilar a los defensores de River, aunque no fueron suficientes para corromper la sólida defensa de La Banda. Pero cercana a la media hora de la segunda parte, Carlos Sanchez encontró un penal al borde del área. El uruguayo se tuvo mucha confianza y lo ejecutó con maestría. Desde ahí, Tigres desapareció del partido y no tuvo idea de qué hacer con la pelota. Pocos minutos después, apareció un recurso no aprovechado por River durante mucho tiempo: la pelota parada. La prodigiosa pegada de Pisculichi volvió a hacerse presente y pateó un estupendo tiro de esquina para que cabecee Ramiro Funes Mori, sólido defensor central que Gerardo Martino ya tiene en cuenta para las próximas convocatorias de la Selección Argentina.

Al cabo de un cuarto de hora, el árbitro pitó el final del partido y todo fue alegría. River Plate, de la mano de Marcelo Gallardo, conquistó su tercera Copa Libertadores y se dio un abrazo de campeón con su historia. No todos son recuerdos: el presente de River y del fútbol argentino es realmente increíble. Y, dado que aún le queda Mundial de Clubes, Recopa, Sudamericana y Suruga Bank, el buen momento de forma parece que continuará por mucho tiempo.

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