Los Angeles Galaxy oficializaban el fichaje de Steven Gerrard por la franquicia de la ciudad californiana de cara al próximo verano. El centrocampista inglés seguirá luciendo el ya mítico dorsal 8 del Liverpool, donde es leyenda viva, hasta final de temporada, cuando pondrá rumbo hacia Estados Unidos y embarcarse así en una nueva etapa deportiva, lejos de su Reino Unido natal, y convirtiéndose así en una de las estrellas mediáticas de la cada vez más conocida Major League Soccer.
El año 2015 empezaba con curvas, con noticias importantes. El rumor se convertía en noticia oficial. Gerrard dejaría el club de su vida, dejaría la ciudad donde es toda una institución. El destino sería América, la MLS, pero ha sido esta misma semana cuando se ha conocido de forma oficial que será jugador de LA Galaxy.
Un traspaso que sigue escribiendo hojas en una intrahistoria cada vez más curiosa. El pasado verano Lampard dejaba el Chelsea, club del que era leyenda, del que era uno de los pesos pesados y uno de los grandes ídolos de la afición de Stamford Bridge. Su destino sería Estados Unidos, para unirse a un equipo que todavía no había disputado ni un sólo partido oficial, pero que estaría listo para la próxima temporada de la MLS. Sin embargo, su andadura estadounidense tendrá que esperar unos meses, puesto que lo que en principio era una cesión leve en las filas del Manchester City, ha dado un giro inesperado. Lampard es pieza clave para Pellegrini, y su marcha al NY City se producirá en verano.
Lampard y Gerrard mantienen una delgada línea que les evita ser la misma persona. Carreras prácticamente idénticas, y cada vez más detalles que hacen imposible una comparación deportiva por parte de ambos.
Ambos jugadores han vivido sus mejores años deportivos en la Premier League, en Inglaterra, siendo estrellas y leyendas en Chelsea y Liverpool, convirtiéndose, además, en ejemplo de profesionalidad absoluta dentro de los terrenos de juego.
La figura de centrocampista llegador, finalizador desde segunda línea, que además adquiría peso en la orden de la creación. Ambos entraban dentro de los cánones. Deportivamente parecían calcos. Por si esto fuera poco ambos lucieron en sus últimas temporadas en Inglaterra el mismo dorsal, el 8, lo que les equiparaba todavía más. Dos jugadores que tenían el mismo estatus de estrella, de líderes, que jugaban de forma muy similar, y que encima lucían el mismo dorsal.
Pero no queda ahí la curiosidad. Ambos ingleses, ambos yendo durante años con los Three Lions, cosechando fracasos al compartir proyectos internacionales. Manteniendo una tradición preocupante, Inglaterra llevaba buenos equipos, con buenos jugadores, pero el nivel de éstos nunca parecía estar a la altura. Tal es así que ni Gerrard ni Lampard han conseguido grandes resultados defendiendo los colores de su país.
Y ahora, otra curiosidad más a la casi eterna lista de detalles en su batalla omnipresente. Ambos jugarán en Estados Unidos, y muchos empiezan a frotarse las manos de cara al día que LA Galaxy y NY City se enfrenten. De nuevo ellos. De nuevo frente a frente. Atrás quedarán los duelos en Anfield o Stamford Bridge entre Liverpool y Chelsea. Ahora será en la MLS, con dos equipos contrarios. La franquícia de Los Ángeles ya asentada, con éxitos, con títulos, frente a una franquícia de Nueva York que tendrá el romanticismo de la gran manzana, pero que será un proyecto nuevo.
Dos jugadores cuyas carreras son convergentes, que siempre tienden al mismo punto, a enfrentarles siendo dos claros ejemplos de una figura deportiva, la profesional, la que no da grandes titulares fuera de los terrenos de juego (hasta ahora), y con un estilo de juego casi idéntico.
Volverá a ocurrir. Caprichos del destino, quién sabe, pero Gerrard y Lampard, hasta las últimas gotas de su preciado perfume, serán rivales sobre un terreno de juego. Ahora en Estados Unidos, en la MLS, enfrentados por dos grandes ciudades mundiales, como Los Ángeles y New York.