Un desenlace inesperado en Moto3 y la victoria del de (casi) siempre en Moto2 dejaban el camino allanado para la primera carrera de la categoría reina en Austria en casi dos décadas. Con el favoritismo para las Ducati y Andrea Iannone en pole, solamente las Yamaha y Marc Márquez parecían poder evitar que las motos rojas volvieran a saborear las mieles del éxito.
CINCO MOMENTOS
1. Toques y hachazos: Lejos de verse sacudidos por el síndrome post vacacional, los pilotos de MotoGP se lanzaron a tumba abierta en cuanto se apagó el semáforo del trazado de Spielberg. El primer momento de tensión se vivió con un leve toque sin consecuencias entre Jorge Lorenzo y Marc Márquez, que se ubicaron detrás de los tres italianos, que se pasaban sin cuartel en busca del dominio de los compases iniciales.
2. Cinco tipos inquietos: 6-8-19-68, complementario el 35. No era la combinación ganadora de la lotería austriaca, eran los dorsales que recibieron un ride through por haberse saltado la salida: Stefan Bradl, Héctor Barberá, Álvaro Bautista y Yonny Hernández, a los que una vuelta más tarde se uniría Cal Crutchlow. Murmurando, todos fueron cumpliendo su castigo, salvo Barberá, que vería la bandera negra que suponía su descalificación.
3. Honda sin alas: De poco le sirvió al Repsol Honda contar con el patrocinio de Red Bull en el circuito que recibe su nombre. En pocos giros se vio que los ímprobos esfuerzos de Márquez por seguir la rueda de las Ducati y las Yamaha caían en saco roto: la RC231 no tenía las alas prometidas por la bebida energética y perdía comba, teniendo además que preocuparse por defender el quinto puesto de un Maverick Viñales que no se separaba de su estela.
4. Philip Morris Ring: Jorge Lorenzo y Valentino Rossi no se despegaban de la dupla de Ducati, por lo que en el box de Yamaha seguía intacta la esperanza de hacerse con la victoria y recortar un buen puñado de puntos de un mordisco… pero sólo era un sueño. La orografía del trazado de Spielberg parecía hecha a medida de las Desmosedici, que iban poniendo tierra de por medio asegurando que la victoria tendría el mismo color rojo que la marca estrella de la famosa tabacalera.
5. El Andrea desechado: Con el nombre del ganador ya inscrito en el trofeo, sólo faltaba apellidarlo. De un lado Dovizioso, 30 años, renovado para ser compañero de Lorenzo en 2017. Del otro Iannone, 27 años, descartado en Borgo Panigale y que se irá a Suzuki al finalizar el año. En juego, mucho más que una victoria: una reivindicación. Y fue Iannone el que, antes de irse de Ducati a final de temporada, les devolvió a lo más alto, donde él también se estrenaba. Tercero fue Lorenzo, evitando el triplete italiano.
Clasificación Austria 2016
Moto2: Zarco el tirolés
El francés Johann Zarco sumó una nueva victoria en solitario, lo que le permite elevar en nueve puntos la ventaja sobre el español Álex Rins, que salvó un podio en el último suspiro al aprovechar el hueco dejado por Thomas Luthi cuando le rebasó el italiano Franco Morbidelli, que sería segundo.
Moto3: A Mir por hora
Desde la pole, el joven piloto español Joan Mir se hizo con su primer triunfo en el mundial al imponerse en una última vuelta memorable al sudafricano Brad Binder, que aumenta su liderato de la general al caerse Jorge Navarro, y el italiano Enea Bastianini, que completó el podio en una carrera con la ausencia de Romano Fenati, suspendido por su propio equipo.
GRANIZADO DE IDEAS
Un circuito en el que se alcanza una media de más de 180 km/h parecía el escenario propicio para las virtudes en línea recta de las Ducati, pero en la firma italiana llevan tiempo haciendo suyo aquello de no vender la piel del oso. Porque ya en Qatar se las prometían muy felices –tanto el año pasado como este-, e incluso soñaron con la victoria hace un año en Australia. Pero esta vez sí, el circuito era perfecto y no había excusas.
Tampoco para Iannone. El díscolo 29 es uno de esos pilotos que dan rabia, el típico alumno con condiciones para contar con un expediente colmado de matrículas de honor, pero cuya desidia le hace fluctuar entre aprobados raspados y notables, con algún sobresaliente demasiado ocasional y más suspensos de los debidos.
Y por fin firmó el examen perfecto, con las palabras Matrícula de Honor en mayúsculas… y en boli rojo, claro. Ya tendrá tiempo de escribir en azul en 2017. De momento lo que tiene que hacer es demostrar a Ducati que se han equivocado con él, que si quieren recuperar el dominio de MotoGP no les basta con Lorenzo, que necesitan un segundo piloto de postín, y que Dovi no es suficiente.
Porque Dovi volvió a rozar el palo, y ya son demasiadas ocasiones falladas en boca de gol. Demasiados segundos puestos que hacen que aquella victoria de Donington 2009 se difumine más y más en el horizonte de su pasado. Que es un alumno aplicado, pero que halla su techo en el notable. Para su desgracia, la percepción de haber sido renovado para no inquietar a Lorenzo no ha hecho sino verse refrendada.
Hablando de Lorenzo, retornó al podio poniendo fin a uno de los peores baches de resultados que se le recuerdan. Fue el partícipe infiltrado de la fiesta del que será su equipo, y a buen seguro que, en el podio, se visualizó a sí mismo en el lugar de Iannone, vestido como Iannone y con la moto de Iannone. Un motivo para sonreír.
Menos feliz estaba Rossi, pero se tomó con filosofía un fin de semana en el que ha vivido la peor parte de ser jefe (castigar a un empleado) y ha finalizado en cuarta posición, pero también tiene motivos para el optimismo. Los problemas de Honda siguen latentes, y en un futuro GP pueden cambiarse las tornas y ser las Ducati las que se metan entre él y Márquez y le ayuden a restar puntos.
Un Marc al que le han dado gato por liebre con eso de quitarle Indianápolis del calendario para poner el Red Bull Ring. Flaco favor le ha hecho su patrocinador, pero sigue sumido en ese estado zen que le tiene líder con 43 puntos. Ya es el único piloto que ha puntuado en las diez primeras carreras. Es un 10 de 10 muy distinto al de 2014, pero también puede valer un título.
Más allá de un meritorio Viñales y de un decepcionante (otra vez) Dani Pedrosa, la alegría en Ducati la completó Scott Redding al batir a Bradley Smith para ser el mejor independiente. La cara amarga la puso Aleix Espargaró, que no pudo soportar el dolor del dedo fracturado y tuvo que retirarse.
El caso es que MotoGP está de vuelta, y ya cogemos carrerilla porque esto no para hasta Valencia. Next stop, Brno. No falten.
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