Brad Pitt y las nubes acaparaban todas las miradas en Silverstone instantes antes de la hora programada para el comienzo de la carrera de MotoGP. La lluvia había dado tregua pero las nubes seguían amenazantes, y la carrera fue declarada en seco. Durante la ‘warm up lap’ empezaron a caer gotas, y absolutamente todos los pilotos enfilaron el camino a boxes.
Todo apuntaba a una repetición de la caótica salida de Sachsenring 2014, pero Dirección de Carrera tomó la acertada –aunque tardía- decisión de repetir el procedimiento de salida desde cero, lo que los pilotos aprovecharon para calzar las gomas de agua.
Esta vez, la fulgurante salida de Jorge Lorenzo no se tradujo en escapada y victoria. Con el asfalto mojado, dos hombres se mostraron superiores al resto: Valentino Rossi y Marc Márquez, que se largaron rumbo a una repetición de la cita de Assen.
Tres pilotos salieron muy fuerte: Pol Espargaró, que primero se colaba para después acabar en el suelo; y la dupla del LCR: Cal Crutchlow y Jack Miller. El australiano estaba causando sensación hasta que su ambición volvió a superar a su talento y acabó derribando al británico.
Por detrás, Lorenzo llegaba a caer hasta la sexta plaza tras ser rebasado por Dani Pedrosa, Andrea Dovizioso y Danilo Petrucci, que en un abrir y cerrar de ojos había llegado hasta el grupo perseguidor desde la 18ª posición de parrilla. Sin complejos, el de Pramac atacó al 99 para encaramarse hasta la tercera posición y ponerse a liderar el grupo.
El mano a mano no fue tal por la extraña caída de Márquez; que despertaba del sueño del título y abría un nuevo hueco en el cajón para el cuarteto, donde Petrucci se defendía de las acometidas de Dovi mientras Lorenzo batallaba con Pedrosa.
Rossi se relajó y su ventaja bajó de los dos segundos respecto a un Petrucci encendido que había logrado poner tierra de por medio con Dovi, pero que tuvo que conformarse con la segunda posición ante la reacción de Valentino, que controló la ventaja a la perfección. Dovi cruzó la meta en solitario para rubricar el segundo triplete italiano del año tras el de Qatar.
Lorenzo salvó trece puntos al ser cuarto, con Pedrosa quinto. Sexto fue Scott Redding, por delante de Bradley Smith, Andrea Iannone, Aleix Espargaró y Álvaro Bautista, que en mojado demostró estar muy por delante de su Aprilia. Nicky Hayden (11º) fue la mejor Open.
Moto2: Zarco puede con los españoles
Johann Zarco sigue avanzando firme hacia el título tras exhibirse en el complicado asfalto británico, y una vez más volvió a quedar por delante de tres españoles: Álex Rins y Tito Rabat, que le escoltaron en el podio; y Álex Márquez, que volvió a quedarse a las puertas.
Moto3: Kent ordena el caos
Gran paso al campeonato de Danny Kent, que retornó a lo más alto el podio ante su público, en una locura de carrera plagada de caídas en la que le acompañaron en el podio Jakub Kornfeil y Niccolò Antonelli. El mejor español fue Juanfran Guevara, séptimo.
GRANIZADO DE IDEAS
En la salida, Dirección de Carrera activó el protocolo de emergencias y Valentino Rossi llamó al 112.
Por primera vez en todo el año, Rossi llegó a un circuito sin ser líder. Los puntos le igualaban a Lorenzo, pero las victorias le situaban por detrás en el desempate. Pero la lluvia también juega, y más en Gran Bretaña. Lo raro no fue que lloviera en Silverstone, lo raro era que todavía no hubiese habido una prueba en mojado.
En un fin de semana cuyo plan inicial era minimizar daños; sale con su victoria 112, que le coloca con doce puntos de ventaja después de sumar doce podios en doce carreras. El Olimpo griego tenía doce dioses. Jesús tuvo doce apóstoles. Israel tuvo doce tribus. El año tiene doce meses. A Hércules le encargaron doce trabajos. Pero Rossi sigue en sus trece y ya mira a Misano.
No fue el único italiano que maravilló. A modo de premonición, Rossi había compartido días antes una foto entrenando en su ‘Ranch’ junto a su amigo Petrucci, a la postre el otro héroe del día. Con una Ducati obsoleta, navegó desde el 18º de parrilla hasta una majestuosa segunda plaza con la que se estrenó en el cajón al tiempo que pide una moto oficial a gritos.
Dovi necesitaba un podio como agua de mayo tras seis carreras sin pisarlo. El agua fue de agosto, pero el mes era lo de menos. Se coló en el cajón y coge algo de aire, con el sabor agridulce de verse superado por un compatriota con una moto inferior. La decepción de Ducati fue Iannone, que se ahogó en un vaso de agua.
En distinta medida, hubo dos grandes derrotados: Márquez, que enterró definitivamente cualquier opción de título con la caída más perdonable –no pareció forzar ni hacer nada distinto en la trazada que le llevó al suelo- de las cuatro que acumula este año.
Y Lorenzo, que optó por guardar la ropa en vez de nadar; sumando un cuarto puesto que pudo ser un sexto o séptimo si Pol no se hubiera colado, Marc no se hubiera caído o Cal tuviera un compañero de equipo con algo más de materia gris.
Pedrosa sigue de pretemporada y parece no querer arriesgar, lo cual entra dentro de la normalidad. Aun así fue la mejor Honda, sólo un puesto por delante de un Redding que se rehízo en casa y fue la mejor noticia para los del ala dorada, junto a un Hayden que parece llegar tarde a la pelea por la subcategoría Open.
Una vez más, cabe destacar el papel de Bautista, que intercaló su Aprilia entre las Suzuki y sigue dando alegrías a la casa italiana, que ni por asomo contaba con sumar 22 puntos a estas alturas de campeonato.
Dentro de dos semanas, MotoGP llega a un circuito que ya es especial desde el nombre: el Misano World Circuit Marco Simoncelli. La casa del 46, el templo del 58. Oremos.
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