Gary Neville ha anunciado que no volverá a los banquillos durante los próximos cinco años, admitiendo que el Valencia podría ser el último equipo que dirigiera en el fútbol. El exfutbolista del Manchester United se hizo cargo de la entidad valencianista durante cuatro meses la temporada pasada, pero fue despedido tras conseguir solo tres victorias en 16 partidos. También dejó su cargo en el equipo técnico de la selección inglesa tras la EURO 2016.
Neville tiene diferentes intereses dentro y fuera del fútbol, incluyendo la gestión del Salford City, que posee un 10% de la propiedad de este club de 6º división inglesa, junto a otros exfutbolistas del United y Peter Lim (50% propiedad).
Gary Neville fue entrevistado por Sky Sports para la Revista Bitesize:
«Siempre digo «nunca digas nunca» porque mi amor por el fútbol es muy grande, pero creo que será muy difícil volver a ejercer funciones de entrenador debido a mis actuales compromisos. Es mi responsabilidad llevar al Salford City a la Football League.»
El Salford City es un equipo ubicado en Manchester que lleva dos ascensos de categoría consecutivos, de 8º a 6º división, coincidiendo con la llegada de Peter Lim, Paul Scholes, Nicky Butt, Ryan Giggs y los hermanos Neville a la cúpula del club. Esta temporada ha debutado en la National League North y tras diez jornadas ocupa la segunda posición en la tabla.
«Es mi obligación construir una cadena de restaurantes de alta gama con Michael O’Hare (chef británico). No puedo volver a entrenar en un futuro corto – unos cinco años – y la realidad es que no quiero. Puede ser que no vuelva a entrenar a un equipo de fútbol pero eso no es un fracaso. Algunas personas piensan que lo es, pero para mi no lo es.»
Gary Neville tomó el banquillo del Valencia en diciembre de 2015 pero fue despedido en marzo tras dejar al equipo a seis puntos de la zona de descenso. El equipo español, que contrató a Pako Ayestarán, ha tenido ocho entrenadores en cuatro años, pero Neville se negó a culpar a factores externos de su fracaso en la entidad ché.
«No hay nada peor que escuchar a alguien dar las razonas por las cuales han fracasado. Por supuesto que hay razones, pero tienes que responsabilizarte de ello. No puedo abrir un hotel y culpar al director general porque el negocio haya fracaso. ¿Por qué? Porque yo le nombré director general. No puedo ir a España durante cuatro meses, ser el entrenador del Valencia y excusarme alegando que el vestuario era muy díficil, que no hablaba español y que tuvimos mala suerte en muchos partidos. ¿Por qué? Porque yo ya sabía que no hablaba el lenguaje antes de ir, ya sabía el tipo de vestuario que iba a encontrarme y conocía que el club ya había despedido a varios entrenadores.»
«La gente siempre apunta hacia los factores externos y creo que eso es una experiencia negativa. Para mi personalmente, perdí partidos de fútbol pero gané experiencia en mi vida, cultura y aprecio por un país diferente.»