Que esta iba a ser una Eurocopa igualada lo sabíamos todos. Que, incluso, no había un solo candidato al título, sino 4 o 5, también. Ahora bien, que selecciones como Islandia, Polonia o Gales iban a dar la campanada y estar entre las 8 mejores ya era más difícil de creer. En este artículo nos centraremos precisamente en esa nación situada al oeste de la isla de Gran Bretaña. Liderada por Bale y Ramsey, Gales se ha plantado en su debut en una Eurocopa en los cuartos y sueña con colarse en las semifinales. Por ilusión y ganas no será.
La única superviviente de las islas británicas está de moda. Y no es para menos. Que a Gales le va sorprender en los grandes torneos queda en evidencia cuando ves su historial. Más allá de esta Eurocopa, Gales solo ha disputado un mundial en su historia, en 1958 en Suecia, y también se plantó en cuartos, ronda en la que Brasil le eliminó con un gol de Pelé.
En este contexto, ¿a qué se debe esta vez su éxito? Al trabajo en equipo y el contar con una bestia competitiva como Bale. El papel de este último, de hecho, tiene mucho mérito: sin estar rodeado de jugadores talentosos como Messi en Argentina o Cristiano en Portugal, ha sabido echarse el equipo a la espalda, tirar del carro y competir. Y ahí sigue. En busca de la machada. Eso sí, él, por contexto y condiciones, gane o pierda, ya ha hecho más de lo exigible.
El trabajo de Gales viene de lejos. En efecto, la obra de Chris Coleman, actual seleccionador, no tendría sentido sin la labor previamente realizada por Toshack y Speed. El primero, entre 2004 y 2010, dio cabida en el proyecto a muchos jóvenes que integran la actual plantilla: han crecido juntos y eso se palpa al verles jugar. Son un equipo. Speed, por su parte, continuó la obra en la campaña 2010/11, pero su muerte le impidió seguir.
Los precedentes recientes hablan a favor de Gales. En la clasificación para la Eurocopa, la selección de Chris Coleman quedó encuadrada en el mismo grupo que Bélgica: empató 0-0 a domicilio y venció frente a los suyos a merced de un tanto de Bale. Ahora, contra pronóstico, en unos cuartos de final, Gales tratará de repetir la hazaña y colarse en el Top 4. ¿Seguirá haciendo historia?