«He puesto la tele y había un partido y Mendieta ha marcado un gol realmente increíble. Y me he puesto triste el momento justo antes de irme», decían Los Planetas en su canción más mítica. Un tema realmente triste sobre una persona que intenta olvidar a alguien. Quizás Mendieta también pensaba mientras estaba en Roma, pasando los peores momentos de su carrera, en su gran amor, un Valencia que lo hizo grande y un Valencia al que hizo grande. Allí recordaba los nueve mejores años de su carrera, donde llegó a portar el brazalete de capitán del club de su corazón y donde alzó al cielo una Copa del Rey que abría la senda de la mejor época de la historia reciente del equipo ché. Mendieta recordaba el golazo que marcó en esa final, del que quizás hablaba el grupo granadino en su canción.
También recordó los malos momentos, especialmente aquella fatídica tanda de penaltis frente al Bayern de Munich, y esa noche en la que no pudo dormir. Gaizka seguramente pensaría que había cometido un error, que aquel fútbol no estaba hecho para él, si nunca se había entendido con Ranieri. Cómo iba a triunfar en un fútbol tan tosco un hombre que destilaba calidad, un jugador que llegó a ser nombrado el mejor centrocampista de Europa. Quizás Gaizka pensaba en su futuro, y no se esperaba que acabaría pasando por el peor Barça de los últimos años para acabar sonriendo de nuevo en un sitio tan insospechado como Middlesbrough, donde consiguió una Carling Cup y el mejor momento de la historia de un club tan modesto. Aunque aquella relación no acabó bien, Gaizka se enamoró de Inglaterra y su cultura, era un lugar perfecto para un melómano como él, que inició allí su carrera como DJ. De vez en cuando vuelve a casa, pero un momento para el recuerdo se produjo en el Fib de 2015.
Allí en Benicássim, cerca del Castellón donde se hizo futbolista, Mendieta subía al escenario con Los Planetas para cantar Un buen día. La gente estallaba de emoción, y todos juntos cantaban al unísono aquella canción con sabor a nostalgia, que sirve para recordar a una de las grandes leyendas de nuestro fútbol, Gaizka Mendieta, el chico de los Planetas.
1990/ Estudiante de periodismo/ Santiago-Sevilla/ “El tipo puede cambiar de todo: de cara, de casa, de familia, de novia, de religión, de dios… pero hay una cosa que no puede cambiar… no puede cambiar de pasión.” (El secreto de sus ojos)
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