El fútbol sala español, por fortuna, goza cada día de mejor salud. Nuestras competiciones domésticas están a la cabeza, tanto en organización, como en competitividad y talento. Buena parte de ello se debe a la base, a los que vienen empujando fuerte desde abajo. Pero que sería de todos esos niños que sueñan con llegar a la élite, sin tener un espejo en el que mirarse, alguien del que empaparse y aprender.
Esta temporada en la LNFS estamos siendo testigos de cómo la madurez y la experiencia, efectivamente, se convierten en un grado. Hay jugadores que, al igual que le ocurre a un buen vino, no le sienta nada mal el paso del tiempo. Hablamos, especialmente, de Tete y Eseverri.
José Antonio Borrego Gutiérrez, más conocido deportivamente como ‘Tete’, está siendo uno de los pilares básicos del CD UMA Antequera en su debut entre lo más grandes. Pero esto no es nada nuevo para Tete, puesto que ya ha disputado doce temporadas en primera división, jugando en grandes clubes como MRA Navarra o Benicarló. Internacional absoluto, cuatro veces campeón de España universitario y una vez campeón de Europa en dicha modalidad, campeón de la Copa de España (2002), es su carta de presentación. Como buen malagueño, quiso volver al equipo de su tierra, a su casa, a la UMA, para conseguir uno de los retos de su vida deportiva: conducir al equipo a primera, y lo consiguió. A pesar de sus 40 años, afronta cada partido con las mismas ilusiones y ganas que el primer día que saltó al parquet, y en la actualidad atraviesa un estado de forma increíble, sus 8 goles en este inicio de campaña así lo avalan.
Tete con la camiseta verde del CD UMA Antequera (foto de la lnfs.es)
Pero si a Tete no parecen pesarles las piernas, a su colega Javier Eseverri (foto cabecera / vía Diario de Navarra) aún menos. El mítico jugador navarro es un histórico de nuestra liga, y de nuestro fútbol sala en general. Un hombre ligado a un equipo y a una camiseta, la de Xota. Desde su debut en la máxima categoría de nuestro fútbol sala, haya por el año 1996-1997, Eseverri ha sido el líder indiscutible del por hoy en día llamado Magna Gurpea, hasta el punto de convertirse, más que en un símbolo, en un mito. Con la selección también gozó de gran protagonismo, llegando a ser campeón de Europa hasta en dos ocasiones (2007-2010), y sub-campeón del Mundo en Brasil (año 2008). Veteranísimo cierre con instinto goleador, así se podría definir a Javier Eseverri Barace. Sin ir más lejos, este año está siendo decisivo, como siempre, en el juego de su equipo, ayudando con sus goles a sacar los partidos adelante. En lo que va de liga ya suma 10 tantos, situándose, por el momento, como segundo máximo goleador. A sus 38 “tacos”, parece estar hecho todo un juvenil.
Tanto Tete como Eseverri son dos de esos espejos en los que se miran muchos de los niños que comienzan a dar sus primeras patadas a un balón de fútbol sala. Fieles a unos colores y a un deporte, están viviendo una segunda juventud sobre las pistas de los pabellones que conforman nuestra Liga Nacional de Fútbol Sala.
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