El protagonista por el momento sobre el tatami del Torwar Arena de Varsovia, donde se celebra en estos días el europeo de judo es un joven de 22 años, militante en las filas del Judo Club Brunete que ha subido al tercer escalón del podio para recoger el consabido bronce que se ha colgaba ayer al cuello Fran Garrigós.
Venía avisando el mostoleño desde finales del año pasado cuando se colgaba el oro del Grand Slam de Abu Dhabi y arrancaba este desde lo más alto del podio del Open de Lisboa y en el Grand Prix De Dusseldorf se quedaba a las puertas de medalla cerrando actuación con un quinto puesto, y hoy se desquitaba con un bronce que muy feliz celebraba pero que en sus propias palabras esperaba más “estoy muy contento no puedo decir otra cosa, es mi primera medalla en un europeo absoluto pero me esperaba más, hemos realizado muy buen trabajo mi equipo y me he quedado con ganas de un poquito más”.
Sobre el tapiz se mantenía frío pero con coraje en el primer envite ante el belga Jorre Verstraeten que en principio aventajaba en el marcador, y Fran afinaba para subir la máxima y zanjar el asunto para proseguir la competición. Le esperaba el búlgaro Yanislav Gerchev y una muy discutible sanción definitiva que sólo veían los árbitros desviaba al mostoleño de a línea recta hacía la final, una decisión que no disuadía a Fran que manifestaba “no hay que venirse abajo en estos casos, la nueva normativa hay que aceptarla y está ahí para todos, hay cosas buenas y cosas malas, me ha impedido estar en la semifinal pero uno se repone y aprovecha la oportunidad de lograr el bronce, esto es así en este deporte”
En repesca con abrumadora superioridad batía al británico Ashley McKenzie y lucha por el bronce ante el georgiano Lukhumi Chkhvimiani la resolvía desde el primer momento con un ataque que marcaba diferencia. En plena forma se ha visto a Garrigós en este campeonato y con la usual prestancia para la lucha sin darse por vencido, “este es uno de los objetivos que hemos estado preparando, hemos entrenado con muchas ganas para llegar lo mejor posible”
Ahora toca disfrutar de este metal muy complicado de conseguir y poner la vista en nuevos retos según el propio protagonista “ahora a saborearlo, dedicárselo a los que siempre me apoyan, mi familia, mi maestro Quino y a todos los compañeros de mi club que sin ellos esto no sería posible e ir pensando en preparar el mundial de Budapest”