Entender y analizar el fútbol en 360º va mucho más allá de conocer equipos, jugadores, esquemas tácticos y reglas. En realidad, también es necesario estar familiarizados con términos como coste fichaje, sueldo, plusvalía, duración de contrato o balance económico, sobre todo en época de fichajes. Y es que para poder opinar con criterio sobre si un fichaje es bueno o malo para un club no sólo influye el factor deportivo sino que también es fundamental conocer los aspectos económicos y sus derivados para poder emitir una opinión formada y contextualizada.
Decir que un jugador es caro (o barato) sólo por lo que ha costado su traspaso pero sin conocer la ficha y los años de contrato, es como decir que es bueno (o malo) después de haber visto un vídeo de YouTube de esos que se llaman “[insertar nombre jugador] skills”. Y me explico.
Para un club, un jugador fichado por 20 millones de euros puede ser mucho más económico que uno pagado 15 millones. Sí, porque en el fondo es como cuando compras un coche y quizás el que es un poco más caro necesita menos mantenimiento y tiene un consumo mucho menor de gasolina. En el caso del fútbol, para calcular cuánto le cuesta a un club un determinado jugador, la ecuación a aplicar es la siguiente:
Coste anual = [coste traspaso + sueldo bruto x años de contrato] / años contrato
Conocer el coste de fichaje es relativamente sencillo ya que en líneas generales es algo de dominio público y muchos clubes incluyen la información en los comunicados oficiales. Lo mismo vale la duración del contrato. El problema está en el coste bruto de la ficha, una información mucho más ‘cerrada’.
Generalmente se conocen los sueldos de los jugadores de manera aproximativa ya que son datos sensibles y no deben ser públicos jamás. Así que lo que se tiene siempre es un estimado, y además hay que conocer el bruto, es decir la cantidad que sale de las arcas del club –que es lo que realmente interesa y no lo que percibe el jugador-, y para ello hay que estar informados de cuál es el tipo impositivo que las empresas pagan en el país del club en cuestión en base a la legislación tributaria. Claro está que si no se conoce cuál es el porcentaje de impuestos, se puede calcular un valor relativo con el sueldo neto que sirve únicamente como parámetro comparativo y saber si un fichaje es económicamente adecuado o si cuesta más o menos que su predecesor. Pero vamos con un ejemplo práctico.
En Italia se calcula un 50% de impuestos por lo que si un jugador cobra 5 millones de euros al año, en realidad el club paga el doble, es decir 10 millones de euros en sueldo. Tomemos un caso reciente:
Xherdan Shaqiri al Inter. El club pagará 18 millones al Bayern, el jugador cobrará 2,75 millones (recordemos que es un estimado) y el contrato será de cuatro temporadas y media.
Vamos con todos los cálculos necesarios para entender la operación:
- Sueldo anual bruto de Shaqiri: 2,75 x 2 = 5,5 millones
- Amortización del fichaje: 18 millones / 4,5 años = 4 millones
- Coste anual de Shaqiri para el Inter: sueldo anual bruto (5,5 millones) + amortización (4 millones) = 9,5 millones
- Coste total de Shaqiri para el Inter: coste anual (9,5 millones) x duración del contrato (4,5 años) = 42,75 millones de euros
El suizo cuesta 60% más que Rodrigo Palacio, por ejemplo, que a día de hoy es el jugador con el sueldo más alto de la plantilla junto con el serbio Nemanja Vidic, quien sin embargo llegó como agente libre.
Plusvalías y minusvalías
Cuando un jugador es vendido, la operación siempre generará un efecto en el balance económico, bien sea positivo o negativo. Se dice positivo cuando el jugador se vende por encima del coste residual y negativo cuando el precio de venta está por debajo del coste residual. ¿Y cómo se calcula el coste residual? Muy fácil: coste fichaje/ años de contrato.
Retomando el ejemplo de Shaqiri, si el Inter pagó 18 millones y firmó con el jugador un contrato de 4,5 años significa que el fichaje cuesta 4 millones al año. Entonces, si los nerazzurri quisieran venderlo en un año, el coste residuo será de 14: si lo vendiera por 15 millones, habría una plusvalía de 1 millón de euros, mientras que si lo vende 12 haría una minusvalía de 2 millones de euros.
Sobre este punto es importante acotar que a efectos económicos un jugador está amortizado cuando vence su primer contrato y que la venta de cualquier canterano, como es evidente, genera una plusvalía ya que no tuvo costes de fichaje sino sólo de sueldo y formación.
Son conceptos básicos que una vez te familiarizas con ellos te das cuenta de que lo que podía parecer un gran fichaje quizás no lo es o lo que parecía un fichaje, por cifras absurdas, en realidad ha sido una transacción adecuada para el club que compra. No es sólo el coste del fichaje, en el coste de un futbolista hay mucho más de lo que uno cree.
Valencia (VE), 1980. Periodista y trotamundos. De Venezuela a España, vía Boston, Bolonia y Turín. Deportes en general, fútbol en específico y si es italiano mejor. Zebra con Z. Estamos hechos de la misma materia que los sueños.
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