Cuando Maheta Molango nombraba a Fernando Vázquez como entrenador hará algo menos de un año, allá por enero de 2016, fueron bastantes las voces de alerta que se alzaron alrededor de dicha decisión. Pese a que en épocas pasadas, el técnico gallego tuvo tiempos de gloria en el club ‘bermellón’, eran ya varios los meses que el técnico llevaba sin entrenar y se dudaba, ya por aquel entonces, de que los métodos de Vázquez fueran los más apropiados para devolver a la buena senda a un equipo que marchaba a la deriva, y cuyo pretencioso objetivo con la llegada de inversores foráneos era el de optar a estar en lo más alto y volver a Primera División.
En cualquier caso, Molango tomó una decisión firme, y nombró al técnico pese a que no era la decisión más popular que podría tomar, visto con perspectiva. Además, Molango se lanzó al mercado, en busca de jugadores de contrastada calidad y experiencia en la categoría, que no sólo permitieran al gallego sacar al equipo de las posiciones de peligro, sino que le colocaran en disposición de luchar por el ascenso. Tocó a la práctica totalidad de los delanteros destacados de la categoría. De hecho, se llegó a bromear sobre que si eras delantero y el Real Mallorca aún no te había llamado, podías estar tranquilo, ya que tu momento llegaría. Finalmente, llegaron Óscar Díaz, Lago Junior, Alfredo Ortuño y Salomao. Se quedaron en el camino sus primeras opciones, David Rodríguez y Sergio León.
Al poco tiempo de cerrarse el mercado de fichajes, Fernando Vázquez llegó a declarar que el objetivo del Real Mallorca debía ser el ascenso. Pero la realidad fue bien distinta. No sólo no consiguió ni tan siquiera acercarse a las posiciones cabeceras de la tabla, sino que tuvo que luchar hasta final de temporada por conseguir la salvación. Una salvación a la que, por cierto, quien más contribuyó no fue ninguno de los fichajes del mercado invernal. Fue Brandon Thomas, canterano bermellón al que a Vázquez le costó darle galones de titular.
Aún así, Molango aún disponía de paciencia. Con la nueva temporada, las voces que pedían la destitución del técnico iban en aumento. Pese a ello, el mandatario del conjunto ‘bermellón’ se mantuvo firme y decidió entregar un nuevo proyecto al gallego. Han debido pasar 17 jornadas de la nueva temporada para que la paciencia se agote y Fernando Vázquez deje de ser técnico mallorquinista. Sí, era la crónica de un cese anunciado. De un cese anunciado desde el inicio. Ahora, Vázquez esperará una nueva oportunidad en los banquillos. Olaizola toma el mando en el Real Mallorca. ¿Tendrá mejor suerte que su predecesor? ¿Gozará de la misma paciencia por parte de Molango? El tiempo, nos dará una mejor perspectiva de si, como piensa Vázquez, el Mallorca se equivoca al destituirlo, o es él quien no ha sabido aceptar la realidad, en la que un proyecto ambicioso, no termina de despegar.