Una semana de todo o nada para el FC Porto. De alegría desmedida, éxitos y satisfacción, o de tristeza, decepción y vitrinas vacías.
Afrontaba el pasado martes el conjunto de Lopetegui la vuelta de cuartos de final de UCL contra el Bayern de Pep, tras un sorprendente 3-1 en el partido de ida, donde los locales aprovecharon los errores del conjunto bávaro y discutieron, con bastante éxito, la posesión de balón a éstos. Pero la vuelta iba a ser otra historia. Las ausencias obligadas de Sandro y Danilo, carrileros titulares, fueron cubiertas por Martins Indi y Reyes, respectivamente. Centrales reconvertidos puntualmente a laterales que, sobre todo en el caso del mexicano, se tornaría prácticamente clave en el encuentro.
Desde los primeros minutos del encuentro, el guión fue distinto a la ida. Las posesiones del Porto duraban apenas segundos, un equipo aletargado, sobrepasado por la situación. Unido esto, al gran agujero en la banda derecha, los goles comenzaron a llegar, con un Fabiano ciertamente no acertado en alguno de ellos. El boxeador noqueado estaba recibiendo el castigo final, cinco goles a cero a los 45 minutos de encuentro, que prácticamente finiquitaban la eliminatoria. Siendo honestos, casi cualquier equipo habría sucumbido a la exhibición que el Bayern ofreció esta primera mitad y un Porto con bajas fue incapaz de aguantarlo.
En la segunda mitad el conjunto de Julen no le perdió la cara al partido e incluso fue capaz de anotar el gol de la honra e irse de Alemania con la cabeza alta por la eliminatoria disputada. Eliminatoria que el equipo de Pep ganó por un global de 7-4 dominando a los lusos prácticamente 45 (primera mitad en Munich) de los 180 minutos de la eliminatoria.
A su regreso, una de las imágenes más bonitas que el fútbol puede ofrecer. Tras quedar eliminados de UCL, con un seis a uno en contra hacía apenas unas horas, cientos de portistas esperaban a su equipo en el aeropuerto local en plena madrugada. Moral reforzada y afición de la mano del equipo para el segundo envite de la semana. La Liga NOS pasaba por recordar los tres puntos que Benfica tenía de ventaja en la clasificación a falta de cuatro encuentros por disputar.
Domingo, seis de la tarde. Da Luz vestido de gala con el cartel de «no hay billetes«. Día tipicamente primaveral, soledado, y que de ninguna manera justificaba la bufanda que Lopetegui luciría durante todo el partido. Su equipo, obligado a ganar. Y primera sorpresa con las alineaciones oficiales. No por la parte de Benfica, que sacaba su mejor XI posible, solo con la entrada de Talisca en el lugar de un lesionado Salvio. Los de JJ no tenían que arriesgar nada en este partido, y no lo iban a hacer. La sorpresa era portista. Empezando por la portería, Julen se cargaba a Fabiano tras su discutible partido de UCL y daba la alternativa al veterano Helton. El mediocampo se planteaba muy físico (¿es lo que debería haber dispuesto días antes en Munich?) con Casemiro, Neves y Evandro. Y para rematar un extraño XI, ausente Quaresma.
Arrancaba el encuentro muy intenso, con un gran despliegue físico por ambas partes pero sin ocasiones claras, jugando en la zona ancha, con las defensas, sobre todo la local, rayando a un gran nivel. El dominio de la pelota era blanquiazul, superiores en el mediocampo, pero que no se transformaba el ocasiones reales de gol. Veintiuna faltas en la primera mitad, dato que demuestra lo trabado del encuentro.
Y esa sería la tónica de todo el partido. Tras el descanso, Benfica mejoró mucho con la entrada de Fejsa en el medio dándole mucho más equilibrio al equipo y disimulando las carencias defensivas de Eliseu en la banda. Por su parte, el FC Porto trató de ir más desesperadamente a por el gol con la entrada de Quaresma y después de un buen Hernani. Pero ni con los espacios propios de los minutos finales de un choque tan intenso se movió el marcador inicial. Reparto de puntos que deja todo tal y como estaba con un partido menos, y a falta de cuatro jornadas. Encontronazo entre los técnicos al término del encuentro y un casi histórico abrazo entre Quaresma y Jorge Jesús.
Tres puntos más goal average tienen de ventaja los encarnados, que afrontan partidos relativamente cómodos en las próximas jornadas y que, venciendo a Gil Vicente en Barcelos la próxima jornada, y asegurando los puntos de casa (v Penafiel y Marítimo) sería campeón.
Por su parte, todo parece indicar que no se celebrarán títulos esta temporada en la ciudad invicta. Este primer año de Lopetegui será recordado por su muy buen papel en UCL, pero sin duda también por ser un año en blanco, algo no muy habitual por esos lares. El presidente Pinto da Costa declaraba la pasada semana que el proyecto Lopetegui era de tres años y que no se planteaban cambios en la dirección deportiva este verano.
El FCP pudo haber sido titular en toda la prensa deportiva eliminando al Bayern de UCL en cuartos de final de UCL y haberse acercado al título doméstico empatando a puntos con Benfica en lo más alto de la clasificación. En cambio, el equipo sufrió una dura derrota en Alemania y se fue maniatado de Lisboa con un punto inútil. ¿Cambiará la visión de PdC tras la Semana Negra?
Abogado en el mundo real. En el virtual, escribo en @SpheraSports y @PortugalSphera. Además, dirijo el podcast @AtlanticamenteP relativo al fútbol luso.
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