– “¿Me pasas la sal?” (mirada borde asesina).
– “Brindemos porque todos nuestros deseos se cumplan en 2023” (otra mirada asesina).
– “¡Uy, perdona, me he comido el último trozo de pavo y no te he dejado casi nada”!
– “¡Hala! ¡Me has tirado todo el champán!”
*Cualquier parecido con la realidad, será pura coincidencia, pero la cena de Navidad de los Sainsbury este año no debería alejarse demasiado del escenario aquí imaginado.
Cuando Trent Sainsbury y Elissa Arnold empezaron a salir, en 2011, con apenas 19 años, no se imaginaban que eso que acababan de iniciar se iba a convertir en una vida entera juntos. Que después de la primera cita vendría una segunda, luego una tercera, que acabaría con dos hijos y con Elissa adquiriendo el apellido Sainsbury encima de un altar en 2017. Tampoco que Graham Arnold, el padre de ella, se acabaría convirtiendo en el jefe de él. Y que le daría una de las mayores malas noticias de su vida. Graham Arnold, seleccionador de Australia, ha dejado sin ir al Mundial a Trent Sainsbury, su yerno, el central más experimentado de la selección y uno de los capitanes de los socceroos.
Trent Sainsbury puede decir que ha tenido algo de mala suerte en su carrera deportiva. Debutó como profesional con 18 años, pero el salto definitivo lo dio cuando llegó a la Eredivisie en 2014, con 22. Postecoglou le quiso cerca nada más asumir como seleccionador de Australia, pero una lesión de rodilla le dejó sin poder acudir al Mundial 2014. Sainsbury parecía el candidato ideal para relevar al histórico Lucas Neill, pero su irrupción con el equipo nacional tuvo que esperar hasta después del descalabro que Australia sufrió en Brasil.
Después de un año y medio jugando en los Países Bajos, Sainsbury decidió tomar una decisión más económica que personal, aceptando la oferta del Jiangsu Suning para jugar en la Superliga China. Allí, obviamente, se llenó los bolsillos y el nivel del campeonato le dio de sobra para destacar sin apenas esfuerzo. Quizás por eso, en enero de 2017, el Inter de Milán se llevó al jugador cedido. Llegó como presumible cuarto central, para tapar la baja de un Ranocchia que acababa de irse al Hull City. También tuvo que ver, seguro, que el Inter, en ese momento, ya era propiedad del grupo chino Suning, que controlaba también el club asiático. Seguramente muchos ni recuerden que el australiano militó como interista a las órdenes de Pioli. Seguramente porque el italiano nunca le sacó a jugar. Apenas jugó un partido (la última jornada) en el tiempo que duró el préstamo y fue a las órdenes del interino Vecchi, ya con Pioli destituido, pero le sirvió para volver al fútbol europeo. Grassophers, PSV, Maccabi y Kortrijk fueron sus siguientes aventuras. No siempre era indiscutible, pero le seguía valiendo para ser un jugador importante en la selección.
Cuando su suegro, el ex delantero Graham Arnold, se hizo con los mandos de la selección a finales de 2018, Sainsbury siguió siendo importante e, incluso, en algún duelo portó el brazalete de capitán. Parecía que esa relación de cercanía le había valido para ser incluso más importante con Australia. Pero el pasado mes de junio, Sainsbury se quedó en el banquillo en el partido que Australia se jugó a cara de perro en la repesca contra Perú por la última plaza del Mundial. Mal augurio. Hace solo unas semanas, en el último stage de preparación antes de la cita mundialista, Australia jugó y ganó a Nueva Zelanda en dos encuentros. En el primero, el central fue titular, pero sufrió de lo lindo. Lento, sin ritmo, le costó entrar en el partido pero nadie se imaginaba que se quedara fuera de la convocatoria, sobre todo porque había dos centrales importantes en la selección que estaban lesionados de larga duración.
Desde hace unos meses, Sainsbury juega precisamente en el fútbol de Qatar, pero si quiere ver el Mundial será acercándose a un estadio o por televisión. Graham Arnold ha dejado fuera de la convocatoria a su yerno y ha apostado por Souttar, un zaguero que, el mismo día que salió la lista, solo hacía una semana que se había recuperado de una rotura del cruzado y Rowles, en la misma situación pero con un dedo del pie roto hasta horas antes de saberse la lista definitiva.
“Ha sido una decisión tremendamente difícil de tomar”, admitió Arnold cuando se le cuestionó por un hecho que, evidentemente, fue más que llamativo. Australia se encuadra en el grupo D, junto a Francia, Dinamarca y Túnez. La tragicomedia ha querido que Sainsbury no esté en lo que es casi un calco de lo que sucedió en el Mundial 2018, cuando Francia, Dinamarca, Australia y Perú quedaron encuadradas en el mismo grupo. El defensa, por su parte, reaccionó con un pequeño comentario en redes sociales en el que los más escépticos pueden encontrar un tirón de orejas a su suegro. “Esto duele mucho, pero creo que todo sucede por alguna razón. Muchas felicidades a todos los muchachos seleccionados. Sé que ellos, sus amigos y sus familias estarán orgullosos”.
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