La joven gambiana de 19 años, Fatim Jawara, falleció ahogada mientras intentaba cruzar el Mediterráneo en patera. Abandonó, supuestamente, Gambia en septiembre, cruzó el desierto del Sáhara y llegó a Libia para la aventura. Lamentablemente, no solo no pudo completar su objetivo, sino que, algo mucho peor, perdió además la vida. Ya son más de 4.200 personas las que han perdido su vida este año en el Mediterráneo, según informa la Organización Internacional de Migraciones (OIM).
Jawara debutó con la selección sub-17 en 2012 y, actualmente, desde hacía un año, competía en la absoluta, equipo conocido como Red Scorpions. De hecho, fue su propia ex entrenadora Chorro Mbenga quién confirmó la noticia. «Su muerte es prematura. Nos acordaremos de sus actuaciones en el terreno de juego», lamentó. Según Mbenga, Jawara podía jugar en cualquier demarcación y quería llegar a ser la número 1.
Tal era su relevancia en el fútbol gambiano que el presidente de la Federación Lamin Kabba se mostró absolutamente abatido. «Estamos desesperados. Es una pérdida enorme para el equipo nacional y para el país. Recordaremos el tiro de penalti que ella detuvo en un partido amistoso entre el equipo nacional y un equipo de jóvenes escocesas de Glasgow (hace un año)», explicó.
Para brevemente contextualizar la historia, es importante tener en cuenta que Gambia, pese a ser uno de los países más pequeños de África, ocupa el cuarto puesto en el número de inmigrantes llegados a las costas italianas. Además, según la ONU, cerca del 60% de la población vive «en una pobreza multiforme». La situación, en definitiva, es más que delicada y los ciudadanos buscan soluciones desesperadamente.
Foto portada: BBC