El Liverpool caía eliminado en Estambul tras una tanda de penaltis agónica frente al Besiktas. El conjunto inglés llegaba con ventaja por la mínima 1-0, que el conjunto turco pudo igualar hasta que la eliminatoria tuvo que ser resuelta desde el punto de penalti.
Los de Anfield volvían a Estambul, volvían al recordado estadio Olímpico Atatürk, donde en 2005 conseguían una de las Copas de Europa más bonitas, más míticas y más recordadas de la Historia. Una visita romántica, llena de recuerdos, de viejos sentimientos que sobrevolarían el estadio en el sentimiento Red. 10 años después los ingleses volvían, pero con otros objetivos.
La temporada del Liverpool no está siendo la esperada, tras un año lleno de grandes momentos deportivos que han dejado paso a dudas, a decepciones y ahora, tras quedar fuera frente al Besiktas, con la sensación de que la FA Cup es el único objetivo por el que pelear hasta final de temporada.
Sin embargo, los viejos sueños se convirtieron en pesadillas. Curiosidades del destino, caprichos del fútbol. Todo volvería a resolverse desde una tanda de penaltis. Pero más romanticismo todavía, ocurriría en la misma portería donde Dudek se convertía en héroe allá por 2005. Mismo estadio, misma portería, 10 años después.
Pero no. Las esperanzas se convirtieron en decepciones cuando Lovren, defensa del Liverpool fichado esta temporada, fallaba su lanzamiento y dejaba fuera a su equipo. Una tanda de penaltis llena de calidad, en la que se marcaron 9 de los 10 lanzamientos, que permitió a los turcos pasar a los Octavos de Final, dejando en el camino a uno de los grandes favoritos al torneo continental.
Una derrota dolorosa. Las dos caras de la moneda. Mientras si en 2005 todo fue épica, todo fue heroicidad, con el mejor de los finales, remontando a todo un AC Milan y conquistando la Copa de Europa, frente al Besiktas, todo fue negativo. Perdieron una ventaja de la Ida, fueron incapaces de hacer frente al rival, y saborearon el amargo sabor de una derrota desde el punto de penalti.
Demba Ba fue protagonista, al marcar uno de los goles de la tanda de penaltis, volviendo a marcar al Liverpool y volviendo a aportar su granito de arena para que el Liverpool perdiese un título. Cabe recordar que, junto a este partido de Europa League, la temporada pasada el Chelsea ganaba en Anfield de forma inesperada gracias, entre otras cosas, a un gol de Demba Ba en el ya casi mítico resbalón de Steven Gerrard.
Un capitán, el inglés, que se convirtió en el único ‘superviviente’ del Liverpool desde aquella Final. Gerrard fue el único jugador de los Reds que volvía, como protagonistas en activo y con el mismo equipo, al estadio olímpico de Estambul, para sufrir en sus carnes propias la doble cara del fútbol. Él mismo fue quien marcó en la mítica Final contra el AC Milan, y fue quien además levantó la Copa de Europa a cielo de Estambul. En esta ocasión tuvo que ejercer de líder, también, pero para animar a un vestuario que sigue sumando expectativas no cumplidas esta temporada.
Cayó el Liverpool en el terreno romántico, en el amor perfecto, donde disfrutó de una de sus noches más mágicas, llenas de éxitos. La vuelta más dolorosa, el retorno que nadie quería, pero así fue. Se acabó el sueño europeo de los Reds esta temporada, tras caer eliminados en Diciembre de la Champions League. Una segunda oportunidad que no supieron aprovechar.
El sueño de Estambul, esta vez, se convirtió en pesadilla.