Épica. La palabra más adecuada para resumir lo que vivió el Liverpool el 25 de Mayo de 2005. Aquel día se disputó una de las finales de Champions League más vibrantes y emocionantes de la Historia.
Aquella noche el fútbol europeo vivió una de las noches más grandes que se recuerdan. AC Milan y Liverpool se enfrentaban en la Final de Copa de Europa, disputada en Estambul, en un encuentro que acabaría entrando en la cámara dorada y prestigiosa de todo aficionado al fútbol. Conocidos y extraños recuerdan, fuesen del equipo que fuesen, lo que estaban haciendo aquella noche, ya que Europa vivió un partido a la altura del mejor torneo del viejo continente.
El AC Milan daba un auténtico golpe sobre la mesa. En un primer tiempo de ensueño, lograría marcharse al descanso con un solvente 3-0 a favor. Maldini (en el minuto 1) y Hernán Crespo (con un doblete) conseguían un resultado contundente para soñar con una nueva Copa de Europa rossonera. Aquel equipo milanista era de ensueño, añorado en la actualidad, formado por Dida; Cafú, Stam, Nesta, Maldini; Pirlo, Gattuso, Seedorf, Kaka’; Shevchenko, Crespo.
Aquel primer tiempo parecía haber sentenciado todo, parecía que el AC Milan tocaba casi con sus dos manos la Copa de Europa. Pero el destino quería jugar, el destino había preparado un jugoso partido. Un 3-0 en contra no fue suficiente barrera para que el Liverpool, dirigido por Rafa Benítez, no reaccionara. Se venían 45 minutos de absoluta locura y emoción para los fans Reds y para todo aquel aficionado neutral que veía desde su casa aquel espectáculo.
En apenas 6 minutos, los que se desarrollaron desde el 54 al 60, entraron en la historia de las finales de Champions League. 3 goles en 6 minutos estallaron la locura. El Liverpool empataba en 6 minutos un 3-0 en contra, con goles de Steven Gerrard, Vladimír Šmicer y Xabi Alonso (tras fallar un penalti). Histórico, huracán goleador. Uno de los mejores espectáculos vistos en la última década hicieron que un resultado comodísimo al descanso no sirviera de nada. El combinado Red empataba un 3-0 en contra, con el gol moral, además, ante un AC Milan que se vió absolutamente sorprendido y superado.
Aquella noche, la Liga de Campeones vivió una Final con tanda de penaltis, pero no una Final cualquiera. Una tanda de penaltis tras ver 6 goles en el tiempo reglamentario, con una remontada épica. Y aún quedaría el premio final. Se lanzarían 9 penaltis, de los cuáles se fallaron 4, y dejando al Liverpool como Campeón de una de las mejores finales de la Historia.
Habían remontado un 3-0 en contra al descanso. Habían firmado la Champions League más épica e histórica que se recuerdan en el lugar. Aquella noche Steven Gerrard alzó al cielo turco la Copa de Europa con la rabia del que es consciente de que ha hecho historia.
El Liverpool se convertía en Campeón de Europa 2004/05 tras clasificarse como segundos en su grupo, y tras eliminar a Bayer Leverkusen (Octavos de Final), Juventus (Cuartos de Final) y Chelsea (Semifinales), y sobre todo tras remontar una histórica Final que todavía celebran y recuerdan a orillas del Mersey. En aquella Final hubo protagonismo español, ya que disputaron el encuentro Xabi Alonso (que dejaría un mítico beso con Gerrard) y Luis García, dirigidos por el técnico Rafa Benítez, pero además los colegiados eran españoles, capitaneados con el ya retirado Mejuto González.
La Copa de Europa más épica jamás contada, jamás narrada, jamás vista, que enamoró a la parroquia Red, que la convirtió en un evento imborrable para los millones de telespectadores que vieron aquella noche aquel encuentro y para los 70.024 espectadores que lo vieron en directo en el Olímpico Atatürk de Estambul.
Valencia, 1989. Productor Audiovisual. Cultura y fútbol Brit como forma de vida. Intento ir más allá de lo que veo. Tengo mucho que aprender, y es maravilloso.