Lejos quedaron los tiempos pasados, colmados de escuadras atrevidas en decididas apuestas por sus respectivas canteras. Desde la gran escuela del Ajax, de la que siempre perdurará en la historia la generación dirigida por Louis Van Gaal, representada por figuras como Kluivert, Seedorf, Rijkaard u Overmars pero ampliada por jugadores que alcanzaron gran nivel en su carrera como Van der Sar, Finidi, Blind, Litmanen o los hermanos de Boer; pasando por el gran Milan de Arrigo Sacchi, que además de incorporar a estrellas como Gullit, Rijkaard o Van Basten se sustentó sobre una sólida base de jugadores de cantera como Baresi, Maldini, Costacurta o Evani. ‘La quinta del Buitre’ que deleitó con su fútbol compartiendo las décadas de los 80 y los 90 es otro ejemplo de hornadas de futbolistas extraordinarios que, surgidos de las categorías inferiores de sus respectivos clubs, marcaron una época y alcanzaron el éxito, aunque no es el éxito su mayor logro, sino permanecer para siempre en la memoria de aquellos que disfrutaron con su fútbol.
En el fútbol actual, confiar en los jugadores formados en las categorías inferiores es un reto en el que pocos confían y, para aquellos que se ‘arriesgan’ a hacerlo, una aventura ya que las probabilidades de éxito destacan por reducidas. En ocasiones por la necesidad del club formador de exportar sus talentos para poder subsistir económicamente, en ocasiones debido a que no todas las generaciones están destinadas a alcanzar un nivel que les pueda permitir alcanzar el protagonismo deseado.
Salvando las distancias con las generaciones pasadas citadas, un club de la ‘élite’ del fútbol nacional puede presumir de apostar a todos los niveles por su escuela de formación y recoger los frutos de una gran labor desde la base. Sin duda, el RCD Espanyol desarrolla ese encaje de bolillos que supone engranar una maquinaria perfecta que permita colocar los cimientos de un gran rascacielos a nivel de formación.
El gran trabajo continuado llevado a cabo por el staff del fútbol base del conjunto perico permite al equipo que dirige Quique Sánchez Flores presumir de encontrarse luchando por alcanzar plaza europea con una base sólida de jugadores criados en las categorías inferiores del club. Jugadores como Javi López, Víctor Álvarez, David López o Álvaro Vázquez, criados en la ahora conocidad Ciudad Deportiva Dani Jarque, han alcanzado el grado de madurez óptimo para fortalecer el crecimiento de la nueva hornada de jóvenes promesas pericas, como Rubén Duarte, Marc Roca, Áaron, Melendo o Marc Navarro. Todos ellos, en mayor o menor medida, con su cuota de protagonismo y poniendo su corazón perico al servicio del bloque. Apoyados en una política de fichajes acertada, llevan al Espanyol a codearse con los mejores y a situarse muy cerquita de las plazas europeas, por las que pretende combatir hasta final de temporada.
Hace pocos días el club anunciaba las renovaciones de Áaron, Melendo y la última joya, Marc Navarro, en una muestra más de una decidida línea maestra. Alcance o no el éxito que supondría acceder a Europa en la presente temporada, en la Ciudad Deportiva Dani Jarque reina la convicción absoluta de que su función es fundamental para el futuro del club y para los logros venideros de una entidad que cuida, consciente de su importancia, la mayor de sus riquezas: su cantera.