Bárbara QUESADA | Día histórico para el fútbol femenino español. La Selección absoluta femenina debutó en el Estadio Olímpico de Montreal ante una Costa Rica que dio más problemas de los esperados. La falta de puntería de las nuestras y el acierto de las costarricenses dejaron un 1-1 en el marcador.
Los primeros minutos del partido estuvieron teñidos de rojo pasión, la que desprendían nuestras jugadoras al disputar el primer mundial de su historia. Ocasiones peligrosas por parte de Natalia Pablos y Vero Boquete hacían presagiar un partido poco complicado para las españolas. En esta tónica llegó el primer tanto del encuentro. Vicky Losada, en el minuto 13, hizo gala de su calidad controlando un balón dentro del área con la espuela tras un gran centro de Sonia Bermúdez. No se lo pensó y, después de deshacerse de la defensa rival, lanzó un cañonazo imposible para Dinna Díaz, guardameta de Costa Rica. Pero duró poco la alegría en equipo nacional. Un minuto tardó Rodriguez en poner tablas en el marcador. Gran jugada por la banda izquierda de Lixi Rodriguez, que pilló a España muy descolocada, y terminó centrando en la linea de gol, donde apareció Raquel Rodriguez. En ese momento, España se vino abajo y perdimos nuestro estilo, el tiqui-taca. La Selección tica empezó a sentirse cómoda sobre el verde, que pudieron adelantarse en varias ocasiones. Finalmente, el 1-1 se cumplieron los 45 minutos.
La segunda parte fue otra historia. La Selección española ssalió a morder y no dejó de crear oportunidades, desperdiciadas por la falta de acierto. En el primer minuto de partido Natalia la tuvo en sus botas. Un chut cruzado que no llegó a alcanzar la red, pero que estuvo muy cerca. Luego vinieron las ocasiones de Sonia Bermúdez, Vero Boquete y Priscila Borja, que nada más salir mandó un disparo a las manos de la guardameta. Los cambios (Ruth por Celia, Marta por Sonia y Priscila por Jenni Hermoso) fueron un golpe de aire fresco para LaRoja. Marta y Priscila dieron el dinamismo a las bandas que habían perdido y Ruth permitió que Marta Torrejón pasase al lateral, donde mejor lo hace. Ocasión tras ocasión fueron perdiendo las nuestras hasta que la arbitro pitó el final del encuentro. Rabia y enfado en las jugadoras españolas y alegría en el lado costarricense. Un final agridulce para España demostró mucho fútbol, pero le faltó demasiada puntería.
