Con la victoria en Israel (0-1, gol de Illarramendi), España volvió a finalizar de manera impoluta una fase de clasificación para el Mundial, cerrando su pase al torneo de Rusia 2018.
Cero derrotas, nueve victorias y un solo empate cedido a domicilio contra Italia. Las victorias contra la propia Italia en el Bernabéu, Albania, Israel, Macedonia y Liechtenstein permitieron a la selección pasar esta fase sin apuros, la primera con Julen Lopetegui al frente.
España se ha convertido en una infalible especialista en fases de clasificación para el Mundial. Desde 1993, en la previa de Estados Unidos 1994, España no ha perdido ni un solo partido en esta fase, cediendo solo 12 empates en 61 partidos. Desde entonces, España se ha clasificado para siete Mundiales, ganando uno de ellos y continuando una racha que dura desde hace cuatro décadas.
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Aquella última derrota tuvo lugar en Dinamarca, en marzo 1993: un solitario gol de Povlsen en el Parken Stadiun de Copenhague dio el triunfo a los locales. No obstante, España se terminó clasificando con ocho victorias y tres empates, ganando los últimos encuentros, por delante de Irlanda, la propia Dinamarca, Irlanda del Norte, Lituania, Letonia y Albania.
Para el Mundial 1998 se clasificó por delante de Yugoslavia, República Checa, Eslovaquia, Islas Feroe y Malta, cediendo solo dos empates.
Para el Mundial 2002, por delante de Austria, Israel, Bosnia y Liechtenstein, con solo dos empates.
Para el Mundial 2006 tuvo que acudir a la repesca -en la que goleó a Eslovaquia- tras ceder cinco empates en 10 partidos sin derrotas, por detrás de Serbia y Montenegro y por delante de Bosnia, Belgica, Lituania y San Marino.
Para el Mundial 2010, pleno de victorias frente a Bosnia, Turquía, Bélgica, Estonia y Armenia para acudir a Sudáfrica, donde se ganó el único trofeo.
Y para el Mundial 2014, solo dos empates concedidos para terminar por delante de Francia, Finlandia, Georgia y Bielorrusia.
Rumbo a la Eurocopa, España ha tenido relativamente más problemas que en la clasificación para el Mundial. Aunque ha participado en todas, ganando las de 2008 y 2012, en las fases de clasificación sufrió derrotas contra Eslovaquia para la EURO 2016; contra Suecia e Irlanda del Norte, en aquella clasificación para la EURO 2008 que supuso un punto de inflexión para la selección; contra Grecia para la EURO 2004; o contra Chipre para la EURO 2000, en el último partido de Clemente.
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