Las Finales ATP de Londres fueron el cierre a una temporada 2018 en la que las viejas raquetas han asistido a la emergencia talentosa de una nueva hornada de jugadores que, poco a poco, parece tomar el relevo después de más de una década de dictadura mundial compartida por el Big Four (Nadal, Federer, Djokovic y Murray).
En este periplo, desde el comienzo de siglo, España ha sido el país con más representantes dentro de las 100 primeras espadas del ranking ATP. El siglo XXI siempre ha contado, incluso, con algún tenista hispano en el top 10. Sin duda, no hay otra nación que pueda presumir de colocar tantos jugadores en la élite mundial.
Y es que este curso ha finalizado con diez de los nuestros entre ese centenar de profesionales privilegiados, algo que siempre se ha conseguido desde el año 2000 salvo en la temporada 2017. Además, alguno de ellos siempre ha llevado la etiqueta de top 10.
Rafa Nadal, Pablo Carreño, Roberto Bautista, Fernando Verdasco, Feliciano López, Albert Ramos, Roberto Carballés, Jaume Munar, Pablo Andújar y Marcel Granollers son los nombres que han culminado el año en los escalafones más codiciados del tenis mundial.
El regreso, a última hora, de Andújar y Granollers al top 100 ha favorecido a que esta estadística se mantenga un año más. El conquense, volvió a estar entre los 100 primeros, el pasado 12 de noviembre, después de dos años alejado de estas posiciones debido a variopintas lesiones. Por su parte, Marcel Granollers lo hizo a comienzos de octubre.
Desde el año 2005 Rafa Nadal siempre ha estado entre los diez primeros. Un año antes fue Carlos Moyá quien ocupó una plaza ahí cuando el manacorense finalizó el periplo en el puesto 51. Pero, sin duda, fue 2003 el año clave. 17 jugadores españoles cerraron el calendario en el top 100 mundial entre ellos, el propio Moyà, Ferrero, Mantilla o Costa.
Una muestra de que el tenis español sigue siendo reconocido mundialmente por su calidad. El trabajo sobre la base ha dado una generación de oro a la que ahora se le busca relevo. Jaume Munar, Alejandro Davidovich o Carlos Alcaraz parecen ser algunos de los nombres que podrían sustituir, en los próximos años, a los nombres afamados que llevan resonando desde comienzos de siglo.
El joven balear disputó este año, por primera vez, las Finales Next Gen de Milán, el reconocido Masters sub-21. Todo un síntoma de que comienza a consolidarse y a ganar regularidad en sus resultados, la característica más fundamental para un tenista de élite. El trabajo con él en la Rafa Nadal Academy está dando resultados. Munar, además, está continuamente asesorado por los consejos del campeón de 17 Grand Slams.
Dijo adiós al 2018 en el puesto 75, su mejor ranking, con unas semifinales en el Torneo de Maestros júnior y varias victorias en el circuito Challenger entre otros buenos resultados. Es joven aún y tiene proyección. Los próximos años alumbrarán una nueva senda, ojalá tan prolífica como hasta ahora para nuestro tenis.
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