Ander Mirambell vivió un momento único para cualquier deportista: ser abanderado en unos Juegos Olímpicos. Ander, todo un pionero en el skeleton español, disputó en Pekín su cuarta cita olímpica y terminó 24º, un registro que se quedó bien cerca del objetivo de hacer top-20 que se planteó pero que tiene un gran mérito teniendo en cuenta las grandes diferencias que hay entre la preparación que ha podido llevar a cabo y la que tienen los deportistas de otros países. El catalán nos atendió en nuestro canal de Twitch días después de terminar los Juegos de Invierno para hacer balance de su participación olímpica, de la situación del skeleton en España y de su futuro.
¿Cómo regresa uno de unos Juegos Olímpicos?
Vuelves bastante reventado, aunque descanso mucho en los aviones. Vienes con una mochila vacía. Vas a los juegos con una mochila llena de presión, de pequeños objetivos diarios, de cómo será el circuito. Hace nada hablé con un entrenador sobre cuál iba a ser mi futuro. Ya estás pensando en la siguiente temporada, por lo que tu cabeza y tu cuerpo no descansan.
¿Qué balance haces de tus cuartos Juegos?
El balance de los Juegos es positivo. Hay cosas que mejorar. Me habría gustado estar el mes de octubre en Beijing porque son 45 bajadas de diferencia respecto a los rivales que sí pudieron estar en octubre. Tendría que haberme marcado unos objetivos menos exigentes. Los primeros días tuvimos algunos problemas de material que fui capaz de solventar. Me quedó por mejorar la salida, algo que no fue posible por el desgaste que supone no tener entrenador. No estaba lo fresco que yo habría querido.
¿Qué se siente al ser abanderado?
Nunca olvidaré haber sido abanderado. Fue alucinante, sobre todo cuando bajas por el túnel y ves los aros olímpicos. Es un momento único. Llevar la bandera junto a una leyenda como Queralt es increíble.
¿Cómo ha sido tu preparación para los Juegos en comparación con la que han tenido deportistas de otros países?
Gran Bretaña tiene un presupuesto de cerca de un millón y medio de euros por temporada. Es una barbaridad. Y cuenta la evolución no solo de este último año, sino de los últimos cuatro. Hay que llegar fresco y bien físicamente a los Juegos, sobre todo en las bajadas. Los británicos ya pudieron probar las curvas. La inversión, el desarrollo del material y del trineo… Hay muchas cosas que influyen en el rendimiento. Luego debes ser un buen piloto, pero influye el trineo que tengas. La preparación que hacemos aquí es en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat y es sobre todo física. Este año la federación ha invertido y hemos construido un carril para trabajar la técnica de salida. No podemos trabajar el pilotaje porque no tenemos simuladores.
¿En qué punto se encuentra el skeleton en España?
Van saliendo deportistas pero la exigencia de la competición produce que se vayan quedando por el camino muchos de ellos. Espero que la Federación siga invirtiendo para que la pirámide del skeleton en España siga creciendo.
¿Qué hace distinto al skeleton?
Lo bonito del skeleton es que todo depende de ti. Si escoges unas cuchillas buenas, si decides unos reglajes u otros, si te equivocas o no en el pilotaje… Estás tomando decisiones constantemente. No puedes decir que te ha fallado el trineo. El error penaliza mucho en los resultados y en lo físico. Son más que maratones. Es un deporte que genera mucha adrenalina.
¿Cómo afrontas el futuro?
Me veo vinculado a los deportes de hielo y el skeleton. No sé a qué nivel: si como entrenador, jugador o formando parte de un proyecto. Ahora tengo que hablar con los familiares y la gente que me conoce. Ese es el recorrido que veo ahora pero no te digo que pueda cambiar. Hace 2 o 3 años estuve en el proceso de selección para ser director general de un equipo de Segunda División. Si me hubiesen escogido, probablemente no estaríamos haciendo esta entrevista. Hace unos días te diría que al 99% no disputaré otros Juegos y ahora ha bajado mucho ese porcentaje, no descarto que pueda pasar. Dependerá mucho de los recursos que tenga. Las llamadas que he tenido hoy son optimistas. Pero volvemos a lo mismo, habrá que ver en qué condiciones. Este año cumpliré 39. Poder viajar con un fisio y un entrenador te quita un trabajo de gestión y reuniones que te impide estar por lo que tienes que estar: entrenar. También habrá que ver qué si la Federación cuenta conmigo.
Imagen de cabecera: Ander Mirambell