Su progresión corría el riesgo de estancarse, y es que su paso por la S.D. Ponferradina careció del recorrido esperado, tanto a nivel de equipo como individual. Finalmente, y tras temporada y media en el ‘Bierzo’, Gonzalo Melero desembarcó el pasado verano en Huesca y su llegada ha sido tremendamente beneficiosa tanto para él como para el conjunto oscense. Quizá la filosofía del club aragonés, con su lema ‘Sin Reblar’, se amolde perfectamente a las características futbolísticas y personales de un joven cuya proyección vuelve a sus orígenes, los de un futbolista formado en ‘La Fábrica’ madridista, con todo lo que ello supone en cuanto a calidad de formación y expectativas de futuro. Repasamos la trayectoria del centrocampista en una entrevista en la que recorremos todos los pasos del prometedor Melero hasta llegar al excelente momento actual que vive en ‘El Alcoraz’.
P. Ahora tienes 23 años, pero con sólo 10 ya formas parte de la cantera del Real Madrid. No nos saltemos pasos. ¿Cómo son los comienzos con el balón de Gonzalo?
R. «Con 10 años ingresé en la cantera del Madrid, pero antes jugaba en un club del barrio de ‘El Pilar’, el Zona Norte, y ahí estuve tres años jugando a fútbol 7 y fútbol 11″.
P. Una vez que tienes claro que tu pasión es el fútbol, cuéntanos cómo fue el momento y el proceso por el cual el Real Madrid se fija en ti y te incorporas a sus categorías inferiores.
R. «Me llamaron para hacer una prueba, jugar un torneo interno entre niños de entre todos los clubes de Madrid que destacan. A raíz de ese torneo, me llamaron para hacer la pretemporada al año siguiente y así fue como empecé a jugar en el Real Madrid».
P. Pasas nada menos que once años en el Real Madrid. Más allá de la rutina de los entrenamientos y partidos disputados con tus diferentes equipos, ¿guardas alguna anécdota o vivencia especial relacionada con el primer equipo?
R. «Lo más especial que recuerdo del Madrid para mí fueron los últimos años, porque ya se vive mucho más el fútbol profesional. Sobre todo el año que jugué con el Real Madrid C en Segunda B. Lo recuerdo como un año muy bonito porque además de ser un año muy bueno para mí, con los jugadores con los que jugaba cada fin de semana eran muy amigos míos. Es lo más bonito del fútbol, competir con amigos de verdad, con amigos con los que pasas muchísimo tiempo y recuerdo esa temporada como un equipo muy unido y que con los amigos con los que convivía fuera del campo era con los que competía».
P. Tras pasar por el Real Madrid C, con el que consigues 7 goles en la temporada 13-14, es la temporada 2014-15 en la que pasas a formar parte del filial, dirigido por Zidane. ¿Cómo se siente uno cuando tiene como entrenador a un mito como Zinedine? ¿Cómo es Zidane en el trato con los canteranos?
R. «Pues con mucho respecto, con mucha ilusión por intentar aprender de cada detalle que te puedan enseñar, quién mejor que Zidane para enseñarnos con lo que ha sido y con lo que es. Aunque fue una temporada para mí con seis meses duros, antes de comenzar la temporada era ilusionante. Al final Zidane siempre intentaba estar encima tuyo, corregirte sobre todo aspectos técnicos, que es lo que más dominaba. Es entrenador y él decide quién juega y quién no. Yo ese año no jugué mucho, y es un recuerdo malo que tengo no poder disfrutar esa temporada mucho, pero también me sirvió para aprender, para ponerme en una situación en la que nunca había estado que era la de no jugar, no ir convocado… Son momentos en los que se aprende y hay que sacar los aspectos positivos de cada situación».
P. En esa temporada, que no finalizas con el equipo, coincides con jugadores como Diego Llorente, Álvaro Medrán, Lucas Torró, Burgui, Álvaro Jiménez, Raúl de Tomás, Marcos Llorente, Odegaard, Mariano, Borja Mayoral… todos ellos, instalados ya en Primera o Segunda División. ¿Crees que es la cantera del Real Madrid la más rica en cuanto a formación de jugadores?
R. «Sí, es que estar en la cantera del Madrid es un escaparate para todo el mundo. Al final, el estar ahí situado quiere decir que tienes muy buenas condiciones, que has llegado a un sitio donde muchos quieren estar. Los equipos de Primera y Segunda División se fijan mucho en los filiales de las canteras grandes y sobre todo del Madrid. También hay otras canteras como la del Barça, la del Athletic, Atlético, Villarreal… pero yo creo que en especial en la del Madrid es en la que más se fijan y la gente que está en el Castilla tiene muchas salidas. Aunque es difícil llegar al primer equipo, sí que es muy beneficioso para poder tener un camino en el fútbol profesional«.
P. Como decíamos, no terminas la temporada con el filial y te incorporas a la Ponferradina. Una temporada y media en la que juegas de manera habitual, aunque tu rendimiento parece estancado, influenciado también por la mala marcha del equipo en la segunda temporada allí. ¿Es posible que la salida del Madrid mermara un poco la confianza en ti mismo?
R. «No, no me mermó la confianza, porque fui a la Ponferradina porque hablé con el entrenador y él confiaba en mí al 100%. Pero sí es verdad que en los primeros seis meses no participé mucho, llegué en una forma no muy buena porque no había jugado nada en el Castilla. Era mi primer año en el fútbol profesional, es una situación difícil y me sirvió sobre todo de aprendizaje y para adaptarme. Después tuve seis meses buenos en la primera vuelta de la siguiente temporada, y luego otra vez seis meses malos tanto individual como colectivamente que finalizaron con el descenso».
P. La temporada pasada, vives uno de los momentos más amargos de tu aún corta carrera. ¿Qué se siente cuando se pierde la categoría, es un momento demasiado doloroso? ¿Qué crees que faltó al equipo para haber logrado la salvación?
R. «Sí, es un momento muy doloroso para mí, para todos los jugadores, para el club. Se vive como una incógnita, muchos jugadores hemos salido y no conoces muy bien tu destino una vez que te pasa esto. Anímicamente, te sientes muy mal por haber fracasado, por no haber devuelto la confianza que habían depositado en ti. Son momentos duros, pero el fútbol es así y hay que levantarse para seguir. Fue una temporada muy rara, con muchos entrenadores, con situaciones difíciles… Creo que un poco de tranquilidad por parte de todos habría sido buena para los jugadores, para el club. Se tomaron decisiones importantes no sé si precipitadas en algún momento, pero al final, es hablar a posteriori, que es más fácil hablar. Las cosas que se hicieron ya están hechas y hablar después no sirve para nada porque sabiendo los resultados es muy fácil hablar».
P. Por ejemplo, la salida de Yuri, aunque en ese momento, el equipo estaba bien.
R. «El equipo en ese momento estaba bien. Yuri era nuestro jugador franquicia, el que marcaba todos los goles y el estandarte del club. Una vez que salió sí que coincidió que nos vinimos abajo… Fue una temporada en la que nos faltó gol, pero al final es lo que te decía. Una vez pasado es fácil hablar, pero sirve de poco».
P. Y el pasado verano, llegas al Huesca. A priori, y tras tu paso por la Ponfe, no parecía que el fichaje fuera de los más ilusionantes, sin embargo, te has ganado a la afición con tus actuaciones. ¿Qué tiene el Huesca que te ha hecho por fin poder mostrar de nuevo tu verdadero nivel?
R. «Cuando llegué es normal que la gente tuviera dudas con mi fichaje, porque tampoco había hecho grandes cosas para que me vieran como un jugador a tener en cuenta. Pero aquí me estoy sintiendo muy bien, estoy teniendo la confianza tanto del entrenador como de los compañeros y creo que estoy rindiendo a mi máximo nivel. Contento por eso y por ayudar».
P. La temporada hasta ahora del Huesca es de sobresaliente, igual que la tuya (7 goles), y por fin habéis alcanzado los 50 puntos que deben asegurar la permanencia. ¿Estáis ya todos concienciados de que la lucha de aquí al final de temporada es la de tratar de conseguir el sueño del ascenso por la vía del playoff?
R. «Sí, ahora mismo el objetivo es ese porque una vez alcanzados los 50 puntos, te ves ahí y si ganamos el fin de semana que viene estaríamos dentro. Ya en las últimas dos o tres jornadas estábamos pensando más en el playoff que en otra cosa, porque estás ahí peleando con los de arriba, y ahora decir que el objetivo no es el playoff sería mentir. Tenemos las mismas opciones que cualquiera y confiamos mucho en nuestras posibilidades para conseguirlo».
P. ¿En qué aspectos crees que se ha basado el buen rendimiento del equipo? ¿Es Anquela fundamental para explicar vuestro rendimiento?
R. «Creo que sobre todo en la solidez como conjunto, como equipo, ser un bloque. Defensivamente cuando hemos estado bien es muy difícil crearnos ocasiones o hacernos goles. Y en ataque tenemos jugadores que marcan la diferencia, que están por encima de la media de Segunda y eso es muy importante. El míster es una persona que está encima constantemente, está muy pendiente del aspecto defensivo, del competir, de que el equipo en cuanto a intensidad esté al 100% y el resto llega sólo. Anquela siempre nos dice que la intensidad no se negocia y que el equipo tiene que dar de sí cada entrenamiento y cada partido lo máximo para poder competir durante los partidos».
No hay reto que no pueda cumplir este equipo. No nos conformamos y esperamos seguir soñando ⚽️????????. #VamosHuesca ???????? pic.twitter.com/9nn2zC1wWh
— Gonzalo Melero (@gonzalomelero8) 9 de abril de 2017
P. Recibís esta jornada al Cádiz, al que tenéis a sólo 2 puntos. ¿Partido quizá fundamental para medir vuestras opciones?
R. «Sí, el enfrentamiento de este fin de semana es muy importante porque es un rival directo. Pero los puntos cada jornada son tres, y aquí puedes ganar y perder contra cualquiera. Creo que hemos competido contra todos los rivales, estén más arriba o más abajo. Allí en Cádiz ya competimos muy bien, fallamos un penalti, creo que tuvimos opciones de puntuar o incluso marcando el penalti de ganar. Ellos saben que no van a tener un partido nada fácil aquí, que el equipo está con mucha confianza y que vamos a salir a ganar desde el principio».
P. Quizá sea una ventaja para vosotros que este no era vuestro objetivo para esta temporada, que vuestro objetivo está cumplido y que lo que consigáis desde ahora será un premio.
R. «Sí, nosotros no tenemos presión, sabemos que la tienen el resto de equipos. Nosotros estamos como de invitados, y eso es bueno para nosotros. Creo que piensan que nos vamos a caer en algún momento, pero nosotros tenemos nuestras armas, estamos compitiendo muy bien y confío plenamente en que vamos a luchar hasta el final«.
P. En las últimas jornadas, además de con el Cádiz, os enfrentáis a Oviedo, Tenerife, Girona y Levante. Un calendario durísimo, pero una ilusión enorme. ¿Confías plenamente en vuestras posibilidades de alcanzar el playoff?
R. «Sí, al final el calendario es el que es. Nos toca jugarnos el playoff contra los equipos que están ahí. Creo que es una buena vara de medir, al enfrentarte a ellos te demuestras a ti mismo si estás capacitado para estar en esas posiciones o no. Al final tener enfrentamientos directos nos va a decir nuestras posibilidades de estar ahí. No tenemos ningún miedo a enfrentarnos a esos equipos, lo demostramos el otro día ante el Getafe, y el sábado se verá que el equipo va a competir con el Cádiz de tú a tú y que no le tiene ningún miedo a nadie«.
P. Son sólo 23 años, pero muchas vivencias ya disfrutadas. ¿Con qué compañeros te quedas de los que has tenido de vestuario en cuanto a amistad por una parte y en cuanto a aprendizaje por su calidad por otra?
R. «Sobre todo, en cuanto a amistad, hay jugadores de la cantera del Madrid con los que hablo diariamente. Sobre todo con Alberto Lozano, que ahora juega en el Móstoles, de Tercera. Marchán, del Valladolid B, Óscar Arroyo, Ángel García que está en el primer equipo del Valladolid… Con un jugador de la Ponferradina al que guardo muchísimo aprecio y respeto que es Jonathan Ruiz, que estuve con él año y medio y me enseñó muchísimo como persona, como jugador y es una persona de la que sólo tengo buenas palabras para hablar de él».
P. ¿Cuáles son los sueños que tenías cuando empezaste en el fútbol y que seguramente, por los años que te quedan de fútbol, confías en alcanzar?
R. «Mi sueño desde pequeño era jugar en Primera División. Bueno, sueños tenemos todos como ganar Mundiales, Champions League… Pero bueno, que estuvieran más al alcance era ese. Ojalá pueda ir a cotas mayores, pero para mí es un objetivo el intentar jugar en Primera y creo que soy joven y espero tener la oportunidad algún día».
P. Si te tuvieras que definir como jugador, ¿cómo lo harías?
R. «Me definiría como un jugador de equipo, un mediocentro completo que intenta aportar tanto en defensa como en ataque y que intenta buscar el bien del equipo por encima del mío».
Conocemos a través de estas líneas a Gonzalo Melero, joven centrocampista de 23 años, todoterreno, jugador de potencia, físico pero a la vez dotado de cualidades técnicas y tácticas que le han hecho ser uno de los futbolistas revelación pero también uno de los más destacados de la temporada en Segunda División. Un futbolista que, de continuar su progresión la misma línea ascendente, pronto alcanzará cotas mayores, esas con las que sueña. En estos momentos, lo tiene al alcance de sus manos, y es que Gonzalo Melero y el Huesca tratarán de alcanzar en el último tramo de la temporada un sueño al alcance de pocos: el ascenso a Primera División.
Vocación de periodista. Pasión por el fútbol, especialmente Segunda División Española. Escribo en @SpheraSports.
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