El conjunto blanco debe decidir si apostar por nuevos fichajes o confiar en una plantilla que no está respondiendo hasta el momento
Puede presumir el Real Madrid de andar vivo en las tres competiciones (Liga, Copa y Champions) pese a haber completado uno de los peores inicios de su historia. Un equipo anárquico, que ha sufrido en casi todos sus enfrentamientos y que solo ha dejado dos buenos partidos en todo lo que lleva de temporada, ante la Roma en Champions y ante el Valencia en Liga.
En todo caso, al conjunto blanco se le presenta un escenario más que interesante para intentar virar el fatídico desenlace que atisba todo aficionado blanco y al fútbol. El mercado de invierno puede ser clave para darle un giro a la dinámica de juego y de resultados. O no.
Se sabe que enero es un mes en el que fichar no resulta nada sencillo. Los futbolistas importantes son piezas claves en sus clubes y no suelen dar el paso de forzar una salida en plena temporada. Este año, sin embargo, pese a cambiar de equipo, podrían seguir disputando la Champions, un factor que puede hacer más atractivo el solicitar un traspaso.
No obstante, el Real Madrid ya ha dejado claro que su apuesta ya no va tanto dirigida a la de contratar a futbolistas contrastados y con un precio desorbitado salvo que el mercado lo ponga en bandeja o se trate de tres futbolistas contados (Neymar, Hazard y Mbappé).
Los objetivos del conjunto de Santiago Solari deberían resolver dos carencias que el equipo blanco está presentando de manera evidente. Al Real Madrid le falta desborde, uno contra uno en los metros finales y gol. El primer problema ya tiene prácticamente solución puesto que Vinicius es un futbolista preparado para ocupar ese rol y en verano la llegada de Hazard parece más que cantada.
En el tema del nueve, Mariano todavía no ha entrado en esa regularidad que todo delantero necesita por culpa de las lesiones. En el mercado hay delanteros interesantes de equipos menores que cumplen el perfil del delantero que busca el Madrid, joven con gol y a buen precio (Icardi, Maxi Gómez, Werner…). Así pues, el club blanco debe decidir si apuesta por Mariano o aprovecha una oportunidad de mercado.
El Real Madrid tiene en enero un mes que va a poner a prueba de bomba su fe en la plantilla. Morirá con ella o le inyectará novedades para hacerla reaccionar. Sea lo que sea, las cosas deben cambiar. Porque este equipo ni juega bien, ni en muchas ocasiones gana. Así será imposible.