Saúl Ñiguez, centrocampista del Atlético de Madrid ha concedido una entrevista al canal de televisión MEGA de Atresmedia contando su experiencia en la Champions League, desde los momentos más duros de su vida futbolística pasando por la ilusión que genera al club colchonero la competición europea.
P. ¿Ha cambiado mucho Saúl desde que llegó al Atlético de Madrid?
S.N. «Creo que Saúl ha crecido mucho, ha madurado mucho, pero pienso que va a mejorar mucho más. Me gustaría mejorar en defensa, entender mejor el juego. Hay veces que pierdo un poco la cabeza y por encontrarme bien físicamente pierdo la posición cuando hay que tener más serenidad y tranquilidad y aguantar la posición que al equipo le viene mejor»
P. ¿Cómo recuerdas la lesión de Leverkusen?
S.N. «Hace dos años lo pasé tan mal que el día antes del partido lo recordé todo, cómo había pasado todo, las veces que había vomitado, donde había tenido convulsiones, donde me tiré al suelo por el dolor, los compañeros que vinieron a socorrerme, lo recordé todo. Y el día del partido de octavos de final lo afronté de una manera especial, porque había vuelto al lugar donde podía haber caído y me levanté más fuerte. Cuando metí el gol fue una liberación, fue una emoción brutal. Me sentí aliviado, me quité un peso de encima. Incluso, dejé de tener miedo a que me volviese a pasar algo en ese campo»
Saúl Ñiguez haciendo el 0-1 del Atlético en Leverkusen | Getty
P. ¿Te quedaron secuelas de aquello?
S.N. «Los dos años desde entonces, he estado jugando con un catéter interno. En cada entrenamiento y cada partido meaba sangre, lo he pasado mal, tenía roces, es algo muy complicado que la gente no valora porque no lo sabe. Estaba jugando con mi salud por vestir unos colores»
P. ¿Es la Champions la espina clavada?
S.N. «La Champions es un sueño que tenemos todos. Creo que vamos a pelear durante muchos años hasta conseguirla. Jugamos con el corazón, con la pasión y con las ganas de conseguirla»
P. ¿Qué es el Atlético para ti?
S.N. «Siempre me identificado con el Atlético por los valores: humildad, sacrificio, compañerismo. La gente siempre es honrada. Cuando te metes en el vestuario es tu segunda familia. El primer año que llegué al Atleti lo sentí tan dentro que por eso no me quise ir. Esos valores, sobre todo cuando eres tan joven, te los tienen que inculcar y cuando lo están haciendo te sientes tan cómodo que no te quieres ir a otro sitio. Te sientes muy a gusto con la gente que hay alrededor tuya»