Una marcha anunciada, esperada, hecha oficial con tiempo para evitar sorpresas, para evitar lágrimas repentinas. A cambio, una larga y extensa espera. A cambio unos meses que en Anfield saborearán como los últimos de una leyenda viva, de la que se hablará el día de mañana.
Steven Gerrard, el mito, la leyenda a orillas del Mersey. El eterno capitán del Liverpool abandonará a final de temporada el club de su vida, el club de sus amores, por el que ha peleado durante años, por el que ha dado hasta su última gota de esfuerzo. Una marcha conocida por todos, tanto conocidos como aquellos que viven más allá de las aguas británicas, en el viejo continente, en territorio continental.
Una marcha que, evidentemente, presentará el gran duelo del fin de semana en Inglaterra, entre Liverpool y Manchester United, como la última gran cita del dorsal 8 de los Reds. El gran Clásico, la rivalidad por excelencia en territorio inglés con los dos conjuntos con más títulos ligueros en sus respectivas vitrinas. Nada más y nada menos que 38 trofeos. A lo que se le debe sumar la cercanía territorial de ambas ciudades (Liverpool-Manchester). Palabras mayores, pero con un aura especial el próximo domingo. Será el último Clásico inglés que dispute Gerrard antes de marcharse a la Major League Soccer Estadounidense.
Un duelo que suele presentar al centrocampista inglés como protagonista, con imágenes históricas, con duelos individuales de quilates, pero que quizás no llegue en el mejor momento de su carrera. La lógica dice que jugará. En Inglaterra piden su titularidad. Pero lo cierto es que, desde que anunciara su marcha a USA, su media de minutos ha bajado considerablemente, tanto por decisiones técnicas de Brendan Rodgers como por las lesiones.
Gerrard dejará goles de bella factura, pero sin duda alguna dejará en el recuerdo sus celebraciones en Old Trafford besando la cámara de ese privilegiado técnico que recibía a la leyenda de Anfield con los brazos abiertos. El juego de la realización inglesa en toda su plenitud. Todos esperaban sus goles y, por ejemplo, la temporada pasada estuvo a punto de lograr nada más y nada menos que un hat-trick, pero falló un penalti y echó por tierra el broche a un partido magnífico.
De tener minutos, Steven Gerrard disputaría su duelo número 35 contra el Manchester United, con un balance no del todo positivo para sus intereses, ya que de sus 34 anteriores encuentros el bueno de Gerrard sólo ganó 13, con 2 empates y 19 derrotas. En Anfield, ante su afición, en su último duelo de altos vuelos contra el gran rival liguero, tendrá la oportunidad de maquillar sus cifras personales con un resultado positivo.
En el global histórico se trata de un partido siempre igualado, y así lo reflejan los resultados. De los 190 encuentros oficiales disputados entre Liverpool y Manchester United, un 33% de las victorias (63) fueron para los de Anfield, un 27% acabaron en empate (51), mientras que un 40% acabaron con triunfo para los de Old Trafford. Un duelo espectacular, con dos potencias británicas cara a cara que siempre ofrecen espectáculo cuando se enfrentan.
La victoria más elevada del Liverpool frente al Manchester United jugando como local se produjo en la temporada 1895/96, cuando los Reds vencieron con un contundente 7-1, mientras que la victoria a domicilio más abultada para los de Manchester fue un 1-4 se localiza en la temporada 1969/70.
El último gran concierto, el último capítulo de la más prestigiosa saga cinematográfica, o incluso el capitulo final de una de las series más famosas. Será la última oportunidad para ver a la leyenda viva, al eterno capital, al jugador que convirtió su ‘8’ en la espalda en un ∞ que brilla con luz propia. Será el último Clásico inglés para el niño que marcó una época en Liverpool y triunfó como pocos. Damas y caballeros, tomen asiento, están a punto de ver el último partido de Steven Gerrard contra el Manchester United.