La tendencia al alza de Simon Terodde en el fútbol alemán ya suponía que tendría un final feliz. El delantero del Schalke 04 se ha convertido en el máximo goleador histórico de la 2.Bundesliga, ahora mismo empatado con Dieter Schatzschneider, pero poco durará ese empate, porque pronto se pondrá el de Bocholt por delante, incluso, con una amplia ventaja. Y es que el idilio que Terodde tiene con el gol es difícil de explicar.
Aunque lo parezca, en las temporadas que ha estado en la élite, vistiendo los colores de FC Köln y Stuttgart, no ha tenido suerte y sus números han sido de un nivel bajo. Pero es ponerse las botas en la 2.Bundesliga y Terodde pasa de ser uno del montón a convertirse en la bestia más temida por las defensas rivales. La actual es la décima temporada que Simon compite en la Segunda División, con siete equipos diferentes (Duisburg, Union Berlin, Bochum, Stuttgart, Köln, Hamburger SV y Schalke 04). En siete de esas campañas consiguió llegar a las dobles cifras en goles y, dentro de éstas, en cuatro ha sobrepasado la veintena. Terodde ascendió con Stuttgart y Köln gracias a esas cifras goleadoras. Tenerle a él en plantilla es sinónimo de garantías. No obstante, eso no se cumplió la pasada campaña en Hamburgo, que se quedó a las puertas. Aún así, los números del delantero se celebraban. Ahora le toca el turno a los mineros, que cuentan, entre tantos jóvenes, con alguien como Simon, que asegura su cuota de éxito en la categoría. No en vano, ya se ha colocado como número uno, con todos los respetos hacia aquel al que ha arrebatado el primer puesto.
Terodde ya superó el récord de goles en una temporada y ahora busca el histórico. Todo llega cuando estás hecho de una pasta especial. Un delantero que pasa de ser casi inofensivo en Bundesliga a ser el mejor en una categoría inferior. Y en estos últimos tiempos no ha estado en equipos de medio pelo. Ha sido el delantero centro de equipos históricos descendidos, fichándole a él con un objetivo clarísimo, volver a la élite. Con dos de esos clubes históricos hubo éxito, con el Hamburger SV se pinchó la rueda. Ahora, en Gelsenkirchen, pretende ser la linterna que guíe a los mineros por el interior de la mina y les ayude a encontrar la luz.
Pero Terodde no es el único veterano de 2.Bundesliga que se reivindica con goles tras un tiempo negado en la élite. El austriaco Guido Burgstaller vivió una mala etapa en el Schalke 04, cuando el club empezó a perder poder y coquetear con la zona baja. Aunque sus números en la máxima categoría sean algo mejores que los de Simon, Guido fue desapareciendo del mapa, hasta que aterrizó en St. Pauli y contribuyó a una escalada de buenos resultados que permitió al conjunto de barrio pasar de la zona baja a quedarse cerca de las opciones de ascenso. Desde su llegada a St. Pauli, Burgstaller disfruta de buenas cifras, no tan altas como las de Terodde, pero puede ser clave en la lucha de su club por el regreso a Bundesliga, como ya lo fue la temporada pasada para salir del pozo y soñar con cotas más altas.
Y así es como las historias pueden cambiar según el escenario en el que se produzcan. Será difícil arrebatarle el récord a Terodde una vez que lo consiga, mientras se decida a seguir algún año más en la categoría. Lo que está claro es que hay competiciones fetiche para aquellos que llevan el gol entre ceja y ceja. Unas en las que, sea por lo que sea, siempre están más entonados que en otras. Ser como Luuk de Jong en la Eredivisie o Ciro Immobile en la Serie A. Delanteros que, aunque lo intenten, tienen el éxito personal asociado a una competición concreta. Así es Simon Terodde, un futbolista hecho para ser leyenda de la Segunda División alemana.
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