La Juventus de Turín se impuso hoy por 3-1 a un Sevilla que jugó una hora con diez hombres, con lo que se aseguró una plaza en los octavos de final de la Liga de Campeones de fútbo y complicó el futuro de los españoles.
Nico Pareja adelantó a los locales a los nueve minutos, pero Claudio Marchisio empató de penal justo antes del descanso. Leonardo Bonucci selló la remontada en el 84 y Mandzukic remató en el descuento.
A falta de un partido, la Juve es el nuevo líder del Grupo H con 11 puntos, uno más que el Sevilla, que se jugará el pase en la última jornada ante el Olympique de Lyon. Los franceses ganaron 1-0 en Zagreb y suman siete puntos.
El equipo local empezó mucho mejor el duelo en el estadio Sánchez Pizjuán. Bien plantado sobre el césped, el Sevilla presionaba en campo contrario, dominaba el juego y creaba peligro con rápidas transiciones.
Golazo de Pareja para abrir el marcador | Getty
El conjunto de Sampaoli sacó pronto provecho de su mejor actitud ante un partido crucial entre los dos favoritos del Grupo H. Después de un córner, un rechace alto de la defensa cayó en la zona en la que esperaba el argentino Nico Pareja, el defensa ni siquiera dejó que el balón tocara el suelo y voleó con su pierna derecha. La pelota picó un par de veces sobre la hierba pero entró ajustada al poste lejos del alcance del veterano arquero Gianluigi Buffon para el 1-0.
Eran los mejores minutos del Sevilla, que pudo lograr el 2-0 en un disparo de Escudero que se fue por encima de la portería juventina. El lateral y Vitolo eran una pesadilla por la banda izquierda para Dani Alves, que volvía al estadio en el que se dio a conocer en Europa hace más de una década.
Sin embargo, el partido dio un giro en el minuto 35, cuando el argentino Franco Vázquez vio su segunda tarjeta amarilla y dejó al conjunto local con diez hombres.
El castigo fue muy protestado por los locales, pero la polémica aún se aumentaría más tarde. Cuando el duelo estaba en el descuento del primer tiempo, el árbitro inglés Mark Clattenburg señaló penal de Mercado a Leonardo Bonucci por agarrón.
La falta existió, pero los sevillistas se quejaron de una falta anterior del defensa italiano. Sergio Rico estuvo a punto de detener el disparo de Claudio Marchisio, pero la pelota se coló por debajo de su cuerpo y el partido se fue al descanso con 1-1 y un tremendo enfado del técnico local, Jorge Sampaoli.
El entrenador argentino sería expulsado a los diez minutos de la segunda parte por la reiteración y vehemencia de sus protestas, pero antes decidió en el descanso dejar en la cabina al delantero Luciano Vietto para dar entrada al centrocampista Pablo Sarabia en busca de más equilibrio.
Mandzukic, autor del tercer gol | Getty
El empate no aseguraba el primer puesto del grupo, pero sí la clasificación a octavos de final por primera vez en seis años, así que el equipo salió concentrado y dispuesto a terminar el trabajo.
Sin embargo, el esfuerzo físico con uno menos empezó a empujar hacia atrás al Sevilla, lo que permitió a la Juve acercarse cada vez más al área rival. Los locales se defendían con orden y los italianos no creaban peligro real, pero el juego en el último cuarto de hora se desarrollaba ya siempre en campo sevillista.
Justo antes del 2-1, Massimiliano Allegri puso en el campo a la gran esperanza juventina, el adolescente Moise Kean. Un balón que buscaba la cabeza del joven delantero llegó rechazado justo sobre la medio luna del área, donde Bonucci lo remató al primer toque.
El Sevilla buscó el empate a la desesperada en los últimos minutos, lo que el campeón italiano aprovechó para matar el encuentro con el tanto de Mandzukic en un contragolpe.