El Sevilla FC encarrila su clasificación a la final de Varsovia sacando un billete de avión a Polonia con tiempo suficiente de antelación y haciendo una escala obligada en Florencia, con la esperanza de disfrutar de unas vacaciones más que merecidas antes de vivir de nuevo, una noche épica e inolvidable en Europa.
Los de Unai volvieron a hacerlo. El Sánchez Pizjuán vibraba incluso antes de que los jugadores saltasen al terreno de juego. Nervión estaba hasta la bandera, concretamente hasta la bandera roja del centenario. El color de la pasión iluminaba la Bombonera hispalense y con este ambiente, ya sabemos que el Sevilla FC se crece. La simbiosis entre la afición y los jugadores agigantaban una vez más a los locales y empequeñecían a los visitantes. Y eso que el colegiado aún no había lanzado el pitido inicial.
Con todo en orden, Emery buscaba crear superioridad con respecto al rival mediante las bandas. De inicio, jugar con Trémoulinas y Aleix Vidal como laterales largos, contando por delante con Reyes y Vitolo, provocaba un cierto nerviosismo a las alas del rival. No es la primera vez que Aleix juega como lateral. Unai suele colocar al catalán más adelantado pero en ocasiones, aprovecha la profundidad y el recorrido de un futbolista con corazón de maratoniano para poder dominar el encuentro con los 2 contra 1 desde la banda. Un 2 contra 1 que en ocasiones son 3, ya que al de Hondarribia sólo le falta pedir la pelota desde su zona técnica.
Aleix Vidal es ese tipo que nunca se cansa. Sus galopadas son dignas de un auténtico pura sangre. Su pulmón, incansable. Casta, coraje, raza, sacrificio, arrojo y esfuerzo. Todo ello es lo que aporta un jugador que oculta sus limitaciones técnicas sudando el mono de trabajo. El futbolista ideal par Unai. El de Valls es justo la horma del zapato de su entrenador. Está para lo que su jefe le pida, cuando se lo pida. Hoy, Aleix anotó 2 tantos como lateral en una semifinal de Europa League. El único jugador que lo consigue sin ser delantero centro. El balón no quería traspasar la línea de gol si previamente, no lo había tocado Aleix. Y así llegó el tercero, ya con el catalán jugando más adelantado y con la sutilidad final de un francés que también merece reconocimiento. Pero será otro día. Hoy, todos los recuerdos que me vienen de la semifinal ante la Fiorentina, tienen a Aleix como protagonista. Si le pones el infinito terreno de juego de Oliver y Benji, seguro que también se le queda corto. Un animal que reclama retos mayores con sangre roja, como el color de hoy de la colina de Nervión.
El 3-0 de la ida deja al Sevilla FC con pie y medio en Varsovia. El actual campeón de la Europa League quiere ser el club que más veces campeonó en dicha competición, algo que está a solo 2 partidos de producirse. Y este año con premio extra. El Sevilla FC galopa hasta Polonia con Aleix a las riendas. La final está más cerca.