Tras la derrota del Darmstadt el día anterior, al conjunto minero le valía la victoria para subir, y así lo hicieron, pero no con el guion previsto.
Un doblete de Igor Matanovic (en el minuto 8 y 17) puso el 0-2 a favor del St. Pauli. Tras el descanso, el Schalke 04 remontó. Simon Terodde recortó distancias de penalti nada más comenzar y el ariete alemán selló el empate en el minuto 71. La locura se desató en el 78’ cuando Rodrigo Zalazar colocó el 3-2 en el marcador culminando la remontada y sellando los tres puntos.
La afición, el extra de este equipo
Desde el mediodía ya se notaba en el ambiente la ilusión y las ganas de formar parte de un día que no iba a dejar indiferente a nadie. Las calles de Gelsenkirchen eran una marea continúa de gente “Royal Blue” y al estadio acudieron en masa hasta tres horas antes del choque. El club colgó el cartel de no hay billetes con una semana de antelación. Además, de la hinchada visitante se desplazaron 6.000 aficionados para llenar su bloque.
La fiesta se palpaba antes de comenzar, de hecho, minutos antes del pitido inicial hubo homenaje a los “Eurofighter” con motivo del 25 aniversario del título de la Copa de la UEFA. La afición estaba unida al equipo, cantando y animando desde el calentamiento.
Primera parte para olvidar
El partido tuvo de todo. El Schalke salió enchufado con ganas de mandar en el marcador desde el primer minuto, pero la pelota no entraba y el St. Pauli en su primera oportunidad se puso por delante. El banquillo, con Ralf Fährmann a la cabeza, comenzó a animar y a apretar para que el equipo se levantara. Sin embargo, la proeza tuvo que esperar y recibir un mazazo más. Martin Fraisl, el portero local, cometió un fallo y entregó el balón al rival que en dos toques logró batirlo sin oposición poniendo el 0-2 en el marcador.
El público siguió enchufado pese a la derrota momentánea, y auparon a los suyos en cada ocasión. El equipo seguía fallón en el último pase, le anularon un gol por una mano en el control de Ko Itakura y tuvieron una triple ocasión que salvaron los de Hamburgo con apuros. De esta manera, con el 0 a 2, se llegó al descanso.
Segunda parte de proeza
Hubo mimos al césped como de costumbre cuando los equipos estaban en el vestuario y, sobre todo, dos jugadores del Schalke comenzaron a calentar intensivamente mientras la grada no paraba de animar. Uno de ellos era Rodrigo Zalazar, quien sería uno de los protagonistas de la remontada.
Nada más comenzar la segunda parte, Marco Fritz señaló penalti a favor del Schalke y el público lo celebró como si el gol ya hubiese subido al marcador. Terodde fue el encargado de materializarlo, anotando así su segundo gol desde los siete metros en toda la temporada. La afición seguía a lo suyo, la Nordkurve entregadísima con su equipo y la parroquia minera los llevó en volandas. Simon Terodde a veinte minutos del final puso el empate y casi logra el hattrick, pero el tercer gol tenía que ser obra del uruguayo, el mejor jugador del Schalke, que por molestias salió desde el banco y desató la locura con su definición fría al fondo de la red. Los últimos 10 minutos más el descuento fueron fantasía minera, jugadores y grada todos a una y el St. Pauli desesperado sin apenas poder hacer daño a una defensa sin fisuras.
Cuando el colegiado pitó el final del partido, la fiesta continuó sobre el terreno de juego. Cientos de aficionados invadieron el campo y festejaron con los jugadores el ascenso deseado. En cuestión de minutos el tapiz estaba lleno de gente y la seguridad del estadio tanto por megafonía como en persona intentaron disuadir al público para que no ocurriera ninguna tragedia.
Día histórico en Gelsenkirchen
La comunión del público y jugadores, cuerpo técnico y directiva fue real. La victoria fue la gota que colmó el vaso para que todos, absolutamente todos, desataran sus emociones tras el pitido final. El descenso la pasada temporada fue muy duro, cayó como un jarro de agua fría, la campaña actual no ha sido fácil, la invasión de Ucrania ocasionó muchas pérdidas al club al romper el acuerdo con Gazprom sumadas a las ya arrastradas durante pandemia. Pero todo eso se ha olvidado con la consecución de este ascenso y con lo que se vivió este 7 de mayo. Alucinante como enloquecieron todos los protagonistas y como los mineros coparon las calles de Gelsenkirchen. La noche fue muy, pero que muy larga, hasta altas horas de la madrugada celebrando acaloradamente con cánticos la promoción a Bundesliga.
Tanto en la sala de prensa, con baños de cerveza incluidos, como en zona mixta, las caras, las palabras iban en una misma dirección: “esto es para nuestra afición, el Schalke vuelve al lugar que le pertenece”. Y así es, uno de los equipos con más historia de Alemania y el segundo en número de socios por detrás del Bayern, vuelve a la Bundesliga tras un año disputando la segunda división. El FC Schalke 04 es equipo de primera.
Imagen de cabecera: FC Schalke 04
