Hay un delantero zurdo en el Calcio que, en tan solo un año, ha conseguido dinamitar su carrera. Es alto y corpulento, pero no por ello deja de ser veloz y técnico. Monchi se ha fijado en él para reforzar el ataque de la Roma y no tiene pinta de que a estas alturas Monchi se vaya a equivocar. ¿Su nombre? Patrik Schick.
El joven de 21 años, nació en la preciosa ciudad de Praga y estuvo jugando en el equipo de su ciudad, el Sparta, hasta el verano pasado. Una llamada desde Génova le hizo dar el salto a una de las mejores ligas de Europa. La Sampdoria le quería y Schick no se lo pensó dos veces. Quería triunfar en Italia.
Prácticamente desde su llegada enamoró a todos los aficionados de la Samp, que pagó cuatro millones de euros por su pase. No tardaron en bautizarle como ‘Il Nuovo Ibra’. Su parecido, tanto físico como técnico, hacía inevitable la comparación con la estrella sueca. Y él también ha declarado que se inspira en él. No solo sus 11 goles en 32 partidos hicieron que fuese una de las revelaciones del Calcio. En solo unos meses su juego asociativo y su desborde llamaron la atención de varios grandes clubes europeos.
Schick no es un delantero centro al uso. Parte de la posición de ‘9’ pero no le gusta permanecer inmóvil en esa posición peleando con los centrales. Donde Patrik hace daño es cayendo a ambas bandas donde guarda el balón para que su equipo se asiente en campo rival y comience un ataque más organizado. Sin duda, también es capaz de encarar y dejar a sus rivales preguntándose en qué momento se les ocurrió meterse en el oficio de futbolista. Schick disfruta también buscando la espalda de los mediocentros rivales, llegando a ser un auténtico dolor de cabeza para éstos. Cuando el checo tiene el balón cerca de la frontal del área, su potente zurda es una auténtica amenaza para los Buffon, Donnarumma, Handanovic y compañía.
En la nueva Roma de Eusebio Di Francesco en la que el 1-4-3-3 es innegociable, Schick podría jugar como punta de lanza (disputándole el puesto a Dzeko) o también tirado a la banda derecha, donde cayendo hacia el centro y recibiendo balones de Nainggolan y Strootman puede ser una amenaza para cualquier defensa de la Serie A.
El jugador checo lo tenía hecho con la Juventus pero, por problemas en los exámenes médicos, su fichaje no se llegó a concretar. El Inter de Milán también ha estado hasta el último momento apretando por Patrik Schick pero, finalmente, la Roma se ha llevado el fichaje en modo de cesión y compra obligatoria el año que viene por un total que puede alcanzar los 42 millones de euros. Monchi ha convencido al zurdo para que siga haciendo honor a su apodo en la capital. El nuevo Ibra es checo y jugará en la Roma.
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