08 de julio de 2015. El Southampton encara su primer amistoso de pretemporada en su ‘stage’ en Austria contra el RB Leipzig, club en auge de la Segunda División Alemana. Y cuatro de sus fichajes se estrenan: Marteen Stekelenburg y Juanmi Jiménez lo hacen desde el inicio, y Cédric Soares, desde el banquillo. “¡Pero si esos son tres!”, dirán. Tranquilos, que junto a Cédric está quizá el refuerzo más importante que tendrá Koeman para la campaña que se avecina: el delantero Jay Rodriguez… y que volvió por la puerta grande.
459 días después de destrozarse la rodilla al intentar aquel fatídico control con la pierna en alto en ese maltrecho choque ante el Manchester City en el Etihad Stadium un 5 de abril de 2014, el punta volvió a vestirse de corto. Su recuperación se ha estirado bastante más de lo previsto, con varias recaídas, pero JayRo ha trabajado duro y en silencio, incansable, y siempre de la mano de un club que nunca le ha dejado tirado y al que el atacante está tremendamente agradecido. La enésima prueba de ello llegó el pasado mes de mayo, cuando el Southampton le mejoró sustancialmente el contrato pese a su largo tiempo de inactividad. Jay agradeció el gesto. Mucho. No es normal ver en este fútbol moderno clubes que tiren por el factor humano. Pero es que ese Southampton Way tan característico de esta entidad no contempla dejar a nadie en la estacada. No es su estilo.
El destino quiso que pudiera volver a los terrenos de juego en la última jornada del pasado ejercicio, en el Etihad y contra el City. Lo que es el fútbol. Pero Koeman quiso que el punta abandonase de una vez sus fantasmas. No le convocó. No era el día. Su momento de gloria todavía estaba por arribar, y llegó el pasado miércoles. Nervioso, JayRo saltó al campo al mediotiempo del partido ante el RB Leipzig. El 1-1 imperaba en el electrónico, y el delantero volvía a calzarse las botas un año y tres meses después de romperse los ligamentos. Y a los ocho minutos, le llegaba el primer premio a su arduo trabajo, cuando aprovechaba un centro desde la derecha de Sam McQueen para entrar desde segunda línea y poner en ventaja a los suyos golpeando el balón con su pierna izquierda, imparable para el meta.
Era el retorno perfecto, la vuelta soñada. Jay miró primero al suelo. Luego alzó la cabeza y sonrió. Por fin. Pero ahí no quedó la cosa. Poco a poco fue sintiéndose mejor, entrando en dinámica, recuperando sensaciones. Se permitió la licencia de intentar devolverle la asistencia a McQueen con un gran pase por alto que finalmente detuvo el meta Bellot de un pelo. Y con el partido agonizando, aprovechó un centro de Cédric desde la derecha para alzarse como un coloso y rematar a la red su segundo gol de la noche.
El Southampton terminó perdiendo 5-4, pero lo cierto es que eso fue lo único negativo del duelo para los ‘saints’. Juanmi y Cédric vieron puerta en su debut, Isgrove y Gastón Ramírez brillaron en busca de su reválida y de convencer a Koeman… y Jay Rodriguez regresó al verde con dos goles como dos soles. Ya lo dijo el preparador holandés después del duelo. “Lo mejor del partido ha sido la vuelta de Jay. Y que lo haya hecho con dos tantos”. Más claro, agua. El Rey Jay está de vuelta. Koeman ya tiene a su mejor fichaje.