El Real Madrid arrancó la temporada como la terminó: ganando y levantando títulos, en esta ocasión la Supercopa de Europa al vencer 2-1 a un Manchester United que tuvo sus momentos en la final, pero no logró aprovecharlos.
El equipo español, que hace apenas dos meses ganó su duodécima Liga de Campeones y su Liga número 33, sumó su tercer trofeo del 2017 y su cuarta Supercopa europea tras las de 2002, 2014 y 2016.
Su capitán, Sergio Ramos, reflejó el momento del club. «Nunca me canso de ganar, he ampliado el museo en casa pero no me canso de ganar», dijo a la prensa tras levantar la copa.
El equipo que dirige Zinedine Zidane, que finalmente dejó a Cristiano Ronaldo en el banco y le dio unos minutos finales al apenas haber realizado tres entrenamientos en la pretemporada, mostró la experiencia de su plantel en las finales controlando la mayoría del partido y triunfando en los momentos clave del duelo.
«Estamos felices. La primera parte ha sido espectacular y en la segunda hemos tenido menos posesión y sufrimos, pero es normal. Hemos conseguido otro título importante», dijo el francés.
«Hemos empezado muy bien la temporada. ¿El secreto? El equipo y la gente que trabaja alrededor de este equipo. No sólo hay talento y calidad, también trabajo», agregó el galo.
En los primeros minutos de juego el United pareció hacerse con el control del juego y originó un par de acercamientos peligrosos por el sector del armenio Mkhitaryan, pero resultó un espejismo ya que con el correr del reloj fue el equipo español el que pareció sentirse más seguro y cómodo.
Tras las primeras llegadas, más tímidas, comenzaron las advertencias serias del conjunto blanco ante el arco de De Gea.
Hasta en dos ocasiones avisó Casemiro: primero con un remate en plancha en un tiro de esquina que se estrelló en el horizontal del arco y más tarde con un potente disparo desde la frontal del área que el golero español pudo contener.
Sin embargo a la tercera no perdonó: a los 24′ el brasileño ganó la espalda a la defensa rival tras un buen pase largo de Carvajal y abrió el marcador con un remate cruzado al primer toque. Una ajustada acción en la que los ingleses pidieron fuera de juego pero que ni la repetición televisiva pudo aclarar del todo.
De ahí al descanso el Real Madrid mantuvo su dominio e incluso gozó de alguna ocasión para ampliar la diferencia.
Un guión que cambió en el inicio de la segunda parte, en el que los de Zidane mantuvieron su dominio y asedio pero en el cual el United se vio favorecido por los ingresos del inglés Marcus Rashford y del belga Marouane Fellaini, que le dieron más velocidad y potencia a su ataque.
Una reacción que Mourinho alabó en su análisis ante los medios, en el que también reclamó fuera de juego en el tanto de Casemiro. «El Madrid ha sido superior en muchos momentos del partido, no en otros. Marcó un gol en fuera de juego, que con el VAR no sería gol», expresó.
«Podría haber marcado más pero nosotros hemos tenido muchas ocasiones también. En la segunda parte hicimos un fútbol que no saben dominar, incómodo. Estoy contento con la reacción», manifestó el luso.
El equipo «merengue» amplió diferencias a los 52′, por medio de una espectacular jugada liderada por Isco: el talentoso español se inventó una gran pared con Bale dentro del área antes de definir ante De Gea con suavidad.
Los «diablos rojos» pudieron responder a ese tanto con otro al minuto, ya que Lukaku mandó afuera un balón rechazado por Keylor Navas tras un buen cabezazo de Pogba.
Poco después se invirtieron los papeles: el conjunto español rozó el 3-0 en un potente derechazo de Bale que se estrelló en la madera pero al minuto fue el inglés el que logró descontar.
Fue por medio de Lukaku a los 62′, que pudo desquitarse de su flojo partido hasta ese momento aprovechando otra vez un rechace de Navas, en esta ocasión después de un potente remate de Matic.
En un tramo final muy cortado por cambios, atenciones médicas y parones para hidratarse, hubo tiempo aún para una clarísima ocasión que Rashford, mano a mano ante el golero costarricense, no pudo convertir, y para otra igualmente peligrosa de Asensio tras fenomenal jugada individual de Lucas Vázquez.
De esta forma, el Real Madrid arrancó el curso de la mejor manera posible: conquistando su primer título, dejando atrás las grises sensaciones de los amistosos y sobre todo reafirmando el poderío de su plantel cuando se disputan las grandes citas.
No tendrá que esperar mucho para la siguiente: la Supercopa de España, ante el Barcelona el 13 y 16 de agosto.
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