Carlos Sainz, el tetracampeón del Rally Dakar, sufrió este domingo un durísimo revés en la segunda etapa de la edición 2025 del rally más exigente del mundo. El piloto madrileño, que defendía su título conseguido el año anterior con Audi, protagonizó un aparatoso accidente que condiciona al máximo sus aspiraciones de lograr su quinta corona en la prueba.
La jornada comenzó con buenas sensaciones para el español, quien lideraba el parcial después del kilómetro 231. Sin embargo, el desierto árabe demostró una vez más su crudeza y dejó claro que no respeta a nadie. En el kilómetro 327 de la etapa, una especial muy temido de 48 horas con 967 kilómetros cronometrados, el Ford Raptor T1+ de Sainz voló sobre una duna cortada y aterrizó «de morro» antes de volcar completamente. El impacto dejó el vehículo con graves daños: el techo abollado, el parabrisas hecho trizas y la parte trasera destrozada. Afortunadamente, tanto Sainz como su copiloto Lucas Cruz resultaron ilesos en el percance.
La organización informó que Mitch Guthrie, compañero de equipo en M-Sport de Ford, se detuvo brevemente para echarles una mano. Tras el accidente, Sainz y Cruz se vieron obligados a detenerse durante unos 20 minutos para reparar los daños más urgentes. Sainz resumió la situación con crudeza: «El día fue de mal en peor». Las condiciones de carrera se tornaron extremadamente difíciles, con problemas de visibilidad debido al cristal roto y un calor insoportable proveniente del motor.
A pesar de los contratiempos, el espíritu competitivo del ‘Matador’ se mantuvo intacto. Sainz logró retomar la marcha, pero el tiempo perdido fue considerable. Al pasar por el kilómetro 452, ya se encontraba a más de 42 minutos del líder provisional, Al Rajhi. Esta etapa, conocida como la «etapa 48 horas», era considerada clave en el desarrollo del Dakar 2025. El percance de Sainz benefició a sus rivales directos, especialmente a Nasser Al-Attiyah, cinco veces ganador del rally, quien había impuesto un ritmo impresionante desde el inicio de la jornada con su Dacia.
Con 10 etapas aún por delante, incluyendo el temido Empty Quarter, Sainz no se rinde. «Este tipo de días son los que prueban de qué estás hecho», afirmó el piloto. Sin embargo, sus opciones de victoria se han complicado enormemente, y ahora su objetivo principal será «traer el coche a casa» y evaluar las posibilidades de remontar en la clasificación general. El Dakar 2025 ha demostrado una vez más su dureza extrema, poniendo a prueba incluso a los pilotos más experimentados. Para Carlos Sainz, a sus 62 años y en su 18ª participación en la prueba, este contratiempo supone un desafío mayúsculo en su búsqueda de un quinto título dakariano