Uno de los derbis que más se recuerdan en Anoeta cumple ya casi once años. Entonces, un 21 de noviembre de 2004, una Real Sociedad dirigida por José María Amorrortu llegaba al partido habiendo sumado apenas 11 puntos de 33 posibles. El Athletic tampoco estaba para tirar cohetes: tenía un punto más que los realistas y no había ganado lejos de San Mamés.
Así pues, el derbi vasco era una reválida, un soplo de aire para el que consiguiera la victoria. Y estuvo cerquísima del Athletic, que se puso 0-2 sin comerlo ni beberlo con un golazo de Ezquerro y otro de Urzaiz a pase de Iraola. Mazazo que no pudo frenar a una Real ansiada de triunfo. Una Real que hizo un partido completísimo y que no se puso por delante en el marcador por la falta de puntería de sus atacantes. Luego, cuando más lo necesitaron, apareció Nihat para firmar un doblete y empatar el partido. Entremedias, la expulsión de Aranzubía. Y dos minutos después, el tercer tanto, obra de Igor Gabilondo -que unas temporadas después acabaría en el Athletic- de cabeza, en un centro formidable de Karpin. Una victoria que dio vida a un equipo y le quitó un poco al otro. Sin aspiraciones europeas, los dos equipos vascos tuvieron que conformarse con una permanencia más que holgada.
Alicante, 1991. Mi madre siempre me decía: "No sé por qué lloras por el fútbol, sino te da de comer". Desde entonces lucho por ser periodista deportivo, para vivir de mis pasiones (y llevarle un poco la contraria).