El Chelsea FC oficializó el fichaje de Enzo Fernández en el último suspiro del pasado mercado invernal. Con su llegada, el conjunto de Graham Potter tiene a un centrocampista llamado a marcar una época en el futbol europeo.
El argentino ha llegado al club londinense con la obligación de hacerse dueño y señor del centro del campo, más aún después de la marcha de Jorginho al Arsenal de Mikel Arteta.
Por ello, el nuevo n.º 5 ya mostró en su primer encuentro con los blues lo que es capaz de producir. El centrocampista ofreció una masterclass de comportamientos tácticos individuales y colectivos que le posibilitaron hacerse con las riendas de su equipo desde el primer minuto del encuentro.
Dos de los fundamentos que más utilizó fueron: orientar los movimientos hacia los espacios interiores, y situarse en intervalo de pase. Gracias a ellos, se mostró muy participante en los momentos de inicio del juego de su equipo, consiguiendo estar en disposición de recibir el balón en todo momento, en especial a espaldas de la primera línea de presión rival.
Sin embargo, el aspecto que más sorprendió del nuevo fichaje londinense, fue la facilidad que mostró para dar profundidad en el juego de su equipo a través de pases filtrados. Una vez conseguía recibir el balón, Enzo no dudaba en buscar progresión en sus acciones, para así romper líneas de presión rival y habilitar a sus compañeros en situaciones de ventaja, ya fuesen estas espaciales, o cualitativas.
Otra de las grandes cualidades que mostró el argentino, fue la habilidad de adecuar el ritmo de circulación a las características del juego. A pesar de que la Premier League tiene una velocidad mayor al resto de ligas europeas, el futbolista fue capaz de calmar los “tempos” del partido en función de las necesidades de su equipo.
Por otro lado, el impacto del argentino fue más allá de la fase ofensiva. El contención fue clave durante los diferentes momentos defensivos del juego, tanto en defensa organizada, como en situaciones de presión tras perdida de balón.
Sin ser un jugador que destaque por su físico, el centrocampista consigue sobresalir a través de su capacidad cognitiva. Esta le permite estar ubicado en los lugares correctos dentro del terreno de juego. Gracias a ello, el jugador es capaz de interceptar el esférico, anticiparse al rival en situaciones de balones divididos, o mantener el equilibrio defensivo de su equipo, pese a no ser imponente condicionalmente.
En conclusión, el Chelsea FC tiene un nuevo dueño en el centro del campo. Tras un primer partido donde enseñó todo lo que puede llegar a ofrecer, Enzo Fernández debe consolidar las buenas sensaciones ya mostradas, y convertirse en el termómetro del conjunto de Graham Potter.