Es difícil ser el ‘9’ de Argentina. Más que nada, porque a la mínima que no cumplas las expectativas habrá quienes prefieran a otros. Y en este caso, los “otros” son muy buenos. Tan buenos, que Mauro Icardi, máximo goleador de la Serie A, o Paulo Dybala, flamante fichaje de la Juventus -13 goles y 10 asistencias esta temporada- no han viajado a la Copa América porque no tienen hueco en el plantel.
Sergio Agüero sería titular en cualquier equipo y en cualquier selección. No está acostumbrado a competir por un puesto porque nunca ha visto peligrar su titularidad. Ha sido en la Albiceleste donde más ha tenido que luchar para ganarse un lugar que ahora merece con creces.
Su debut con Argentina fue en septiembre de 2006, en un partido amistoso ante Brasil en Londres. Alfio Basile era su seleccionador, el mismo que decidió no llevarle a la Copa América de Venezuela en 2007 por ser todavía muy joven. Si viajó a Sudáfrica de la mano de Diego Armando Maradona, por entonces su suegro. Aquella temporada había firmado en el Atlético sus peores registros en tres años, y en el Mundial sólo jugó un partido como titular, marchándose a casa con el casillero a cero tantos.
Fue Higuaín su mayor rival en la delantera. El por entonces ariete del Real Madrid había completado la mejor temporada anotadora de su carrera: 27 goles en 32 partidos de Liga. En Sudáfrica logró marcar cuatro goles y fue indiscutible para Maradona. Sin embargo, una hernia discal le dejó en el dique seco durante gran parte de la campaña siguiente y estuvo a un paso de no disputar la Copa América en casa.
Pero ni así Agüero logró la titularidad, ni realizando su mejor temporada como rojiblanco, ni salvando a Argentina de la derrota en el debut ante Bolivia, saliendo al rescate desde el banquillo. El tridente Messi-Tévez-Lavezzi le cerraba la puerta. Tras empatar a cero ante Colombia, Batista lo alineó como titular junto a Messi y el propio Higuaín, y el Kun respondió con un doblete que catapultó a la Albiceleste a cuartos de final. Su buen hacer le llevó a jugar ante Uruguay, pero no estuvo acertado y fue sustituido por Tévez, quien fallaría el penalti decisivo en la tanda.
Ya en el City, Agüero se consagró como una de las estrellas de la Premier. Pese a las lesiones que lastra en cada temporada, sus números siempre se sitúan entre los mejores del continente. Pero en las eliminatorias para el Mundial 2014, Agüero hizo 5 goles en 8 encuentros, cuatro menos que Higuaín y cinco menos que Messi. Ya en Brasil, Agüero se hizo por fin con la titularidad desde el principio, pero una lesión le dejó fuera en octavos y en cuartos, siendo suplente en semis y en una final que perdió Argentina ante Alemania en una de las peores noches para el Kun.
Ahora, nueve años después de su debut, las lesiones le están respetando, sus números -se proclamó máximo goleador de la Premier con 26 goles, un tanto cada 77′- le avalan, el Tata confía en él y la hinchada le quiere. A sus 27 años, Agüero ha encontrado la madurez y su sitio en la selección. Todavía había dudas, pero el Kun las despejó todas con un hat-trick ante Bolivia en los amistosos de preparación y con dos goles en los dos primeros partidos de Copa América, el segundo de ellos vital para doblegar a Uruguay y tener el pase a cuartos en el bolsillo. Higuaín, Tévez, Lavezzi y compañía esperan el más mínimo error para ocupar su sitio, pero Agüero está decidido a ser el ‘9’ de la Albiceleste. El nueve de Argentina.