Ya no es una sorpresa. El Newcastle, a base de un gran trabajo y un estado, ha conseguido dar un giro de 180 grados. Uno de los cambios más espectaculares de la historia de la competición. El curso pasado los magpies estaban languideciendo en la parte baja de la tabla y parecían destinados a descender al Championship. Hasta que llegó Eddie Howe, el gran culpable de la mejoría.
El rival esta vez era el Chelsea de Graham Potter. El inglés arrancó muy bien en su reciente proyecto en Londres, pero ha perdido cuatro de los últimos cinco envites y ya algunos están pidiendo su cabeza. «Por diferentes razones, tienes 13 partidos en seis semanas, muchos de esos partidos fuera de casa. Es lo que es y ha sido un desafío difícil. Tenemos un descanso ahora y necesitamos un ‘reset’. Ha sido un período muy intenso y ahora necesitamos tomar los aspectos positivos. Muchos de los muchachos estarán fuera, pero podemos reagruparnos e intentarlo de nuevo cuando regresemos», dijo el técnico.
El único gol lo anotó Joe Willock. El inglés, con un certero disparo, reventó a los aficionados visitantes. El Newcastle se va al parón en la tercera posición y con once encuentros sin perder. La última vez que cayeron fue en agosto ante el Liverpool.
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